"Cita en Emérita Augusta"

No sé a quién se le ha ocurrido la disparatada idea de celebrar un torneo de Padel en el Teatro Romano de Mérida pero sea quién sea debería de rectificar.

Resulta insólito que en el Teatro Romano, que forma parte del conjunto arqueológico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se pueda celebrar el World Padel de este año. Me pregunto que tienen en la cabeza los organizadores de la competición pero sobre todo los responsables de la Junta de Extremadura.

Que el presidente extremeño, el señor Monago, aluda a que la oposición se opone a este disparate porque estamos en año electoral, es no entender nada. Porque lo importante, si me apuran, no es que la oposición se lleve las manos a la cabeza sino que hay un clamor popular en Extremadura contra la celebración de ese torneo de padel en el Teatro Romano de la Emérita Augusta.

Arqueólogos, ciudadanos de a pie, asociaciones vecinales, etc, se han unido para pedir que se impida tamaño disparate.

España tiene un rico patrimonio artístico-cultural y en mi opinión no se protege lo suficiente. Ya sé que lo que voy a decir puede enfadar a algunos, pero me parece a mi que hay monumentos como el Teatro Romano de Mérida, la Mezquita de Córdoba, la Alhambra, la catedral etc, etc, etc, no pueden estar al albur de lo que decidan los gobiernos locales y autonómicos, sino que deberían de estar bajo el paraguas de un organismo superior dependiente del Estado, llámese ministerio de Cultura o similar.

Hay cosas que son de todos, como el agua, como los recursos naturales, o como el patrimonio artístico y cultural.

Decir, como ha dicho algún responsable de la Junta extremeña que celebrar el World Padel en el Teatro Romano va suponer publicidad para la ciudad es no entender nada y sobre todo demostrar que no se está a la altura de las circunstancias, es decir que no se tiene la capacidad de defender y guardar el patrimonio cultural.

Me pregunto si al ministro de Cultura José Ignacio Wert no se le ha ocurrido llamar a su correligionario el señor Monago para explicarle que autorizar un campeonato de Padel en el Teatro Romano de Mérida es lisa y llanamente una barbaridad. Claro que el ministro Wert hace tiempo que está pero no está, así que puede que ni siquiera haya caído en la cuenta del escándalo que supone que el Teatro Romano de Mérida vaya a convertirse en una pista de tenis.

Y ya que el ministro Wert no dice nada, quizá debería de intervenir la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, que amen de sentido común ha demostrado en muchas ocasiones que tiene sensibilidad y olfato para saber que errores no se pueden cometer.

En fin, que alguien, quién sea, impida el disparate que supone celebrar un campeonato de Padel en el Teatro de Emérita Augusta.

¡Si Augusto levantara la cabeza!