Rajoy eleva el optimismo

El presidente del gobierno hizo públicas el lunes las previsiones de crecimiento económico que se enviarán a Bruselas junto el Plan de Estabilidad y el calendario de nuevas reformas. La estimación para el PIB es del 2,9 por ciento tanto para este año como para 201, datos en línea con algunas previsiones y algo por encima de las de organismos como el FMI o el Banco de España. Unos objetivos que vendrán más de la mano de la inversión y el consumo y menos del sector exterior. 

Mariano Rajoy, que está convencido de que el PP va a ganar las próximas elecciones y de que pase lo que pase el 24 de mayo se va a presentar candidato del PP a la presidencia del Gobierno, tiene sin embargo dos dudas sobre la consecución del objetivo de que España crezca a tasas cercanas al 3 por ciento y las dificultades que la recuperación llegue masivamente a los ciudadanos, sobre todo porque aunque se crearán más de 600.000 empleos, aún el paro va a ser masivo.

Para Rajoy, dos argumentos pueden dar al traste con los objetivos de crecimiento. Por un lado, la situación de Grecia. La inestabilidad que está generando el país heleno es enorme y aunque Tsipras haya decidido apartar a su ministro de Finanzas Varoufakis de la primera línea de las negociaciones con el Eurogrupo, la posibilidad de que no cumpla sus pagos o salga del euro elevaría sustancialmente la prima de riesgo y por tanto encarecería la financiación de la deuda pública española.

La segunda preocupación de Rajoy se llama inestabilidad política. Cierto que se va aclarando dónde acabará Podemos. La última encuesta de la Ser lo sitúa en la cuarta posición. En todo caso, a pesar de sus cambios estratégicos y de este bajón en las encuestas, no es el mayor ni el único problema. Considera el Presidente que las propuestas de los socialistas significan volver a políticas ya fracasadas y que nos han traído hasta donde estamos, y que el programa de Ciudadanos, que aún no conocemos en su totalidad, tiene algunos agujeros en materia económica y un gran coste económico. Rajoy quiere convencer de que PP es igual a estabilidad y por tanto a crecimiento y empleo.