Ciudadanos juega con fuego
martes 05 de mayo de 2015, 08:49h
Si todo se
desarrolla según el guión preestablecido y Ciudadanos apoya con su voto la
investidura de Susana Díaz me da la impresión de que los
muchachos de Albert Rivera van a cometer uno de los mayores errores
de su todavía incipiente carrera política. Porque una cosa es abstenerse para
que Susana consiga salir sólo con los 47 votos del PSOE y otra muy distinta el
verse obligados a decir "sí". Y es que si el PP (33 escaños), Podemos
(15) e IULV-CA (5) suman sus votos, y Ciudadanos se abstiene, el número
de "noes" (53) superaría al de "síes" (47), la investidura
de Susana sería rechazada por la Cámara y los andaluces nos veríamos abocados a
una nueva cita electoral. Lo peor del asunto es que este pacto de Ciudadanos
estaba cantado de antemano. Lo mismo que van a apoyar el jueves a Susana,
podrían haber apoyado al candidato del PP, Juanma Moreno, si éste
hubiese repetido los resultados conseguidos por Javier Arenas en
2012 y hubiese obtenido más de 45 escaños. A ellos le da igual ocho que ochenta
aunque ahora intenten "vendernos" lo de sus medidas anticorrupción. Y
lo del cese "sine qua non" de Chaves y Griñán no era sino una paripé
para vestir el muñeco del acuerdo anunciado. De hecho su lider, Juan
Marín ya sabe lo que es apoyar a los socialistas en su pueblo natal,
Sanlúcar de Barrameda.
Me da a mí que Albert Rivera, a
quien considero un tipo inteligente, se ha dejado comer el coco por Marín y
los suyos y no sabe que está jugando con fuego. Porque nadie duda que al menos
cinco de los nueve diputados de Ciudadanos provienen de votos de frustrados
populares y otros dos de socialistas hastiados con la corrupción de los EREs y
los cursos de formación Yo diría que de los casi 370.000 votos obtenidos en las
urnas por Ciudadanos el pasado 22 de marzo, más de la mitad eran anteriores
votantes del PP y una quinta parte del PSOE. Decenas de miles de votos
contrarios al actual PSOE de Susana Díaz que cuando vean que
han sido traicionados por los dirigentes de su partido en Andalucía, optarán
por volver al redil popular, la la marca socialista o a la abstención. En eso
la postura negativa de Podemos me parece mucho más consecuente con sus ideas. Y
es que, además, los muchachos de Rivera pecan de ilusos como si no conocieran
el paño. ¿Alguien les asegura que, una vez obtenida la investidura, Susana va a
cumplir los compromisos firmados? Vamos, anda, a otro perro con ese hueso. No
sería la primera vez, e IULV-CA les puede dar un ejemplo cercano de ello, que
Susana se pasa los acuerdos por el arco del triunfo..
Ciudadanos es una especie de marca blanca.
Afirma un amigo mío que ante el original y la copia, la gente siempre opta al
final por el original, aunque le cueste algo más caro. Ciudadanos no es sino
una copia, mejorada, renovada y modernizada del centro derecha español, sin sus
traumas ni sus complejos heredados del antiguo régimen. Si a las primeras de
cambio esa copia se suma a apoyar al régimen que lleva gobernando Andalucía
nada menos que 33 años ininterrumpidos, apaga y vámonos. A muchos le han dado
gato por liebre o un falso bolso chino en lugar de uno de Loewe y la gente odia
que los políticos se cachondeen de los electores por mucho que ahora traten de
justificar sus apoyos en pro de la estabilidad democrática.
Por todo ello. Albert Rivera debería
de pensárselo bien antes de dar el visto bueno a la postura de su grupo en las
Cinco Llagas. Las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina y
podría suceder que el ejemplo andaluz se dispersara como una mancha de aceite
por todo el territorio hispano pringando a Ciudadanos en los ayuntamientos y en
el resto de las comunidades en las que también se celebran comicios
autonómicos. Aquí abajo ya hemos comprobado cómo partidos que subían como la
espuma, como le pasó a los andalucistas, acababan estrellándose y casi
desapareciendo a causa de la desmedida ambición de algunos de sus dirigentes y
el pasteleo por conseguir poder. Ojalá y a Ciudadanos no le ocurra lo mismo.