La PLAFHC incluía en la querella, presentaba el pasado 13 de febrero por presuntos delitos de homicidio, lesiones, trato vejatorio, omisión del deber de socorro y prevaricación administrativa, al ministro de Sanidad en el momento de su presentación, Alfonso Alonso, además de su antecesora; a la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas; a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y a la farmacéutica Gilead Sciences, fabricante de 'Sovaldi'.
Sin embargo, el ministerio fiscal informó de que la sala es competente para conocer la querella interpuesta únicamente en relación con Ana Mato, por estar aforada, y el 9 de marzo decidía que los hechos narrados en la querella "no son en ningún modo constitutivos de delito" por homicidio, lesiones y omisión del deber de socorro.
Aunque explica que la querella "es de gran extensión y con abundante base documental", estima que no se aporta "ningún elemento o principio de prueba que avale razonablemente" los presuntos delitos imputados a la exministra, ni considera que "haya existido una inactividad absoluta" por parte del ministerio. Por lo que decidió su archivo.
Pese a haber desestimado la querella, la Sala concluye su auto con "una última reflexión" en la que asegura ser "sensible a la inquietud y desasosiego que los afectados por el virus de la hepatitis C así como sus familiares están sufriendo", pero advierte de que el sistema judicial "no puede convertirse en un mero instrumento de política criminal ni en la primera respuesta ante decisiones por retrasos en la actuación gubernamental aunque sea en temas tan sensibles como la salud de los ciudadanos".
Además, contempla en su decisión que "tras la toma de posesión del actual ministro de Sanidad se constituyó en el Ministerio el 12 de enero de 2015 una comisión para la elaboración de un plan estratégico para los enfermos de hepatitis C, lo que acredita que la actividad gubernamental --añade el auto-- está al tanto del problema y buscando soluciones adecuadas".