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81 días en Pekín y 130 en Babia

viernes 12 de junio de 2015, 07:45h

Ochenta y un día en Pekín. O en Babia. Ni uno más ni uno menos. Si a ellos les sumamos el mes que transcurrió desde que Susana Díaz disolvió el Parlamento, alla por el 25 de marzo, hasta que se celebraron las elecciones andaluzas el 22 de marzo, resulta que hemos estado con un Gobierno en funciones la friolera de cuatro meses y medio, unos 130 días. Lo digo por aquellos a los que le urgía que la candidata socialista fuese investida cuanto antes porque decían que mientras no tomara posesión de su cargo y formara nuevo Gobierno la Junta de Andalucía estaría completamente paralizada. Sinceramente he de confesarles que a mí, todo este tiempo me parece que ha estado tan paralizada como hace un año o como estará hasta que se celebren las elecciones generales. Porque Susana ha estado durante todo su mandato más pensando en Madrid que en Andalucía por más que pregone a los cuatro vientos la defensa de su tierra.

A la cuarta fue la vencida. Ciudadanos no se ha movido un ápice de lo programado previamente y su líder en Andalucía, Juan Marín, que ya está acostumbrado a dorarle la píldora y hacerle el juego al PSOE en su pueblo natal de Sanlúcar de Barrameda, se mostraba eufórico por haber sido su partido quien ha dado la cara, ha sacado del atasco a Susana y ha evitado que se celebren nuevas elecciones. Bien está lo que bien acaba. Y todo ello sin mojarse demasiado, firmando un documento sobre transparencia y una serie de medidas anticorrupción que ya veremos en qué quedan. Por lo pronto, tanto Chaves como Griñán van a seguir en sus escaños del Congreso y del Senado al menos hasta septiembre y la condición sine qua non que Albert Rivera le había puesto a Susana para apoyarla hace tiempo que se quedó en un mero papel mojado.

El próximo domingo, 14 de junio, Susana Díaz Pacheco tomará posesión por fin como presidenta de la Junta de Andalucía y el martes, 16, dará a conocer su nuevo Gobierno. La alegría de la presidenta puede durar menos que un caramelo a la puerta de un colegio porque, si Ciudadanos cumple lo prometido a sus votantes, y debería hacerlo si no quiere ser flor de un día, la señora Díaz puede pasarlas canutas en una Cámara en la que tres de sus cinco grupos, PP, Podemos e IULV-CA, van a estar vigilantes para bajarle los humos al Grupo Socialista. Por lo pronto va a tener que pasar por el aro de soportar dos comisiones de investigación sobre el freude de los cursos de formación y sobre la adjudicación de la mina de Aznalcólla, algo que hasta ahora no querían ver ni en pintura. Sobre la primera es posible que la presidenta eluda su responsabilidad, pero sobre la segunda va a tener que comparecer como responsable última.

De todas formas, largo me lo fiais porque ninguna de esas comisiones parlamentarias se podrá formar antes del verano y ya veremos cómo están las cosas cuando llegue septiembre. Algo sí hay seguro. Que el PSOE y la propia Susana van a tener que bajarse un poco del pedestal en el que han estado subidos en Andalucía durante más de treinta años. Ahora toca bastante menos prepotencia y una racíón de humildad a la que no están acostumbrados.

La pregunta que habría que hacerse ahora es si Ciudadanos sería capaz de presentarle o de apoyar una supuesta moción de censura a Susana Díaz si ésta no cumple lo pactado o se dedica a marear la perdiz como viene haciendo habitualmente. Porque podría ocurrir que el partido de Albert Rivera piense que, si no se desinfla con este maremagnum de pactos a cuatro bandas, no sería malo que coincidieran las generales con unas nuevas elecciones andaluzas. Todo podría ocurrir en un panorama político bastante confuso donde nadie es quien parece ser.y todos juegan a interpretar unos papeles cambiados. Teatro, puro teatro, si no fuese porque esta representación le puede hacer un roto bastante considerable a la ya maltrecha economía española que comenzaba a levantar la cabeza.

Lo dicho, llevamos más de 130 días con un Gobierno interino que ya no comenzará a funcionar, mientras se nombran a todos los nuevos altos cargos, hasta el mes de septiembre. Con julio y agosto inactivos, nos colocaremos, por obra y gracia de Susana, en una comunidad sin Ejecutivo durante más de 200 días. Casi como en el relato de las mil y una noches, con Sherezade contándonos el cuento de nunca acabar. Es lo que hay.

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