Ya lo han visto. Mariano Rajoy, en plan cortinglés, va a aplicar este mes de julio la rebaja del IRPF. El hombre, visto lo visto, se ha puesto al frente del batallón de campaña, y comienza a dar pasos para conseguir que los desafectos, que son muchos y variados, se lo piensen dos veces a la hora de depositar el voto en las urnas en las próximas elecciones generales de noviembre. Y es que el presidente sabe que hay que recuperar cuanto antes esos millones de votos que han volado hacia la abstención o hacia Ciudadanos en las últimas municipales. No digo yo que esté mal esa rebaja de impuestos, bienvenida sea, pero me da a mí que la gente no se lo va a agradecer mucho porque son muchos los que apenas van a notar en sus nóminas esos euros de más, entre otras cosas porque esas nóminas ya han adelgazado en plan bestia con la dieta de recortes impuesta desde hace tres años. Además mi pregunta es por qué no rebaja algo el IVA y así no sólo se benefician los funcionarios y los empleados por cuenta ajena sino también esos millones de autónomos que están sufriendo tipos impositivos desmesurados y que siguen siendo los grandes olvidados de todos los gobiernos.
Hablando de rebajas, la fiebre de los descuentos veraniegos ha llegado a todos sitios. La Junta de Susana Díaz está dispuesta a repartir nuevas subvenciones a empresarios y sindicatos reeditando la famosa concertación social que tanto le gustaba a sus padrinos Manolo Chaves y Pepe Griñán y que tan cara nos salía para los escasos resultados que daba, olvidando, eso sí, los escándalos de los cursos de formación falsos en los que unos y otros han trincado el manso. Y cuyo dinero, como los casi novecientos millones de los EREs, nunca se va a recuperar por más promesas que haga nuestra superpresidenta. Le convendría, eso sí, que llamara la atención a algunas de las nuevas alcaldesas de su partido que lo primero que han hecho al coger el bastón de mando, es subirse el sueldo a niveles de consejeros. Y, bueno, que el alcalde de Sevilla o de Málaga tengan el sueldo alto todavía se puede entender, pero que la alcaldesa de Peal de Becerro, con menos de cinco mil habitantes, gane tres mil euros mensuales me parece excesivo. Ahí si que Susana tendría que aplicar urgentemente las rebajas de julio.Como tendría que aplicarlas en su propio entorno de asesores y correveidiles que está creciendo a ritmo progresivo con sueldos nada despreciables.
Y es que la fiebre rebajista ha llegado a todos lados. En el PP andaluz han recortado presupuesto, a la fuerza ahorcan, y se han desecho de muchos colaboradores que ya cobraban una miseria. Lo razonan diciendo que hay que recortar gastos cuando ellos saben de sobra que esos recortes son el chocolate del loro mientras sigan manteniendo en sus filas a numerosos inútiles que pueblan los distintos despachos de las Cinco Llagas o de la sede de la calle San Fernando. Juanma Moreno debería de conocer más directamente a la gente que trabaja para él o que hace el paripé de trabajar sin doblarla.
Y por último Ciudadanos, Podemos y el PSOE, para no ser menos ambién se han apuntado a las rebajas de julio. Los primeros disminuyendo sus exigencias de honradez y transparencia que exigían al PSOE. Ya solo basta con que Susana repita por enésima vez aquello de “voy a acabar con la corrupción venga de donde venga” para que ellos se lo crean a pies juntillas. Eso se llama ir de saldos, con rebajas no del 30 o el 50 por ciento sino de casi el cien por cien. del antiguo precio exigido ¡Oiga cómprelo que estamos que lo tiramos! En cuanto a Podemos, sus rebajas las han aplicado directamente a su programa para distanciarse lo más posible de sus amigos de Syriza no vaya a ser que la foto de Pablito Iglesias con Tsipras le pase factura..
Y del PSOE ¡qué les voy a contar! Lo del Gatopardo, que todo está cambiando para que todo siga igual que con Chaves o Griñán. Cesan a la consejera de Agricultura, Elena Víboras, por su absoluta incompetencia, pero para no dejarla tirada, le agradecen los servicios prestados nombrándola senadora por el cupo autonómico.Como cantaba nuestro añorado Carlos Cano, “colócanos, colócanos, por Dios Susana, colócanos”. Y al ex presidente del Parlamento, Manolo Gracia, lo nombran presidente del Puerto de Sevilla donde seguramente cobrará mucho más que en su anterior puesto. Un premio de prejubilación para alguien que ha sido fiel al partido desde que estuvo de consejero con Borbolla hasta sus últimas consecuencias.
Visto lo visto no voy a tener más remedio que pasarme un día de estos por el cortinglés del Duque para aprovechar la ocasión y comprarme un par de pantalones de verano, un bañador, unas zapatillas de playa, un par de calzoncillos y alguna otra cosa para aprovechar que ya estamos en plena época de rebajas. 'Bonico soy yo! No me corto ni un pelo.
Si (
No(
