ERC celebra su congreso nacional con la intención de ratificar su acuerdo con Mas

Los republicanos no eran partidarios en un inicio de esta alianza, pero finalmente accedieron a una coalición con el objetivo de que la próxima legislatura sea la de la independencia de Cataluña.

Se trata de un congreso de trámite, que se despachará en cuatro horas, y que marca una línea continuista, ya que el líder del partido, Oriol Junqueras, ha introducido pocos cambios en su equipo.

Su mano derecha seguirá siendo Marta Rovira, que mantiene el cargo de secretaria general, y la principal novedad es que la portavocía del partido recae en el diputado Sergi Sabrià, que sustituye a Anna Simó, con un papel más institucional tras haber sido casi tres años vicepresidenta de la Cámara catalana.

El principal aliciente del congreso es que ERC presentará su lista para ir al Parlament, una lista no definitiva, ya que deberá fusionarse luego con la que proponga CDC y los nombres que provengan de la sociedad civil.

ESTRATEGIA POLÍTICA Y ESTATUTOS

Como en todo congreso también se someterá a la votación de los militantes la ponencia de estatutos y la ponencia política, que marca la estrategia del partido en los próximos dos años.

La ponencia política se redactó antes del pacto con Mas y se ha enmendado introduciendo párrafos que justifican el acuerdo: "El objetivo de esta estrategia es conseguir un Parlament con una mayoría absoluta de diputados dispuestos y comprometidos con la independencia".

El texto admite que la decisión de pactar con Mas ha sido "compleja", y reprocha a CDC que rechazara una lista sin políticos y a la CUP que diera un portazo a la opción de ir todos juntos.

Sin embargo, la principal hoja de ruta es la que presentó con Mas a principios de semana, donde fija que si los soberanistas tienen mayoría el 28S declararan la independencia a corto plazo aunque el Estado se oponga.

BALANCE

El último congreso de los republicanos, que aupó a Junqueras al liderazgo, se celebró el 1 de octubre de 2011 en Girona, y esta vez el cónclave no ha podido ser en otoño ya que hubiera coincidido con la celebración de las elecciones catalanas.

Entonces Junqueras cogió un partido con 10 diputados en el Parlament, falto de autoestima y mermado por las luchas internas, y lo ha cohesionado situándolo como segunda fuerza en Cataluña y socio de Govern de Mas.

La principal crítica que ha recibido estos años ha sido haber avalado demasiadas veces los recortes del Govern, y la principal incógnita a la que se enfrenta ahora es qué resultado tendrá la alianza con Mas, ya que no todos los militantes la han digerido bien.

Convergentes y republicanos habían rivalizado históricamente en la Cámara catalana y en muchos ayuntamientos, y ahora se verán haciendo campaña codo con codo y con un jefe de filas que no es ni de CDC ni ERC, sino el exmilitante de ICV Raül Romeva.