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Vísceras vs. seny

martes 22 de septiembre de 2015, 22:40h

Definitivamente, Más y el pastiche de partidos y organizaciones independentistas que conforman el Junts pel sí, han ganado la primera batalla del proceso soberanista, al imponer el elemento plebiscitario al más legal y ortodoxo concepto de elecciones autonómicas que es de lo que se trata y lo que han defendido, desde siempre y con tenacidad, las fuerzas políticas que rechazan el nada halagüeño camino al que está abocada la España actual.

La ciencia ficción que supone ese reconocimiento, ha recibido en las últimas semanas broches de oro de todo tipo, siendo el último y supuestamente el más contundente y doloroso para los independentistas –por aquello de que la pela es la pela- el de la Asociación Española de Banca (AEB) y el de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), en forma de declaración institucional conjunta, en donde se anuncian todo tipo de males, ligados al negocio bancario, para una Cataluña independiente. Inimaginable reacción similar ente unas elecciones autonómicas legalmente convocadas.

El colofón bancario que ha merecido un elocuente “que hagan las maletas y que se vayan” por parte de algún líder secesionista, cierra una larga lista de presiones nacionales e internacionales a las que cualquiera que se dejara guiar con la mente, sucumbiría de plano.

No parece que vaya a ser así en la población catalana, que defiende una larga marcha en busca de su particular El Dorado, lleno de bondades y ventajas, pero, sobre todo, de separarse de España por la que siente un rechazo visceral, mucha más allá de disputas y desencuentros basados en razones económicas y que tiene su origen en una delirante política educativa, que no ha dejado títere con cabeza y que anuncia que el independentismo deberá ir a más a medida que pasen los años y las nuevas generaciones, convenientemente enseñadas y adoctrinadas, vayan expandiéndose, cual mancha de aceite, por todo el territorio, con independencia del origen de sus mayores.

Las reacciones al documento bancario, como antes lo fueron a los posicionamientos de Obama, Merkel, Junker o Cameron, ponen de relieve claramente la disposición a inmolarse, llegado el caso, por parte de un segmento de la población catalana, en defensa de una causa y la historia demuestra que estas causas tienen más que ver con las vísceras que con la razón.

Carlos Díaz Güell es editor de tendenciasdeldinero.com

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