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Elecciones Generales: a la una, a las dos y a las…

jueves 15 de octubre de 2015, 09:41h
Llevamos más de cuatro años colaborando de manera diversa y colectiva en la preparación de esta carrera. Nuestro plan de entrenamiento ha sido de los más duros por las condiciones que nos han impuesto la Troika y sus testaferros en España. Y hoy, estamos justo en el momento en el que algún corredor o corredora sale de su línea de meta, sin que se haya dado el pistoletazo de salida, una persona que está deseando ganar la competición, pero que tiene que volver a la línea de salida entre voces y gritos junto al resto de competidores.
Algo así está pasando con las formaciones políticas antiguas o actuales pero siempre defensoras de una nueva forma de hacer política. Y, sin embargo, hacen oídos sordos a la confluencia ciudadana que exige un cambio real que empieza desde la horizontalidad, la diversidad y la inteligencia colectiva. Que está convencida de que todo mundo debe estar en la misma salida, donde lo importante no es mantener un puesto o llegar primero, sino haber sido partícipe de un momento crucial para el cambio social de este país.
Sabiendo que este cambio sólo es posible desde la cooperación desinteresada y desde el trabajo común sobre lo que nos une y venimos colaborando. Desde ese 15 de mayo del 2011, muchas personas entendimos que las nuevas formas de hacer política debían trascender las lógicas electorales y ser la base en la construcción de una transformación más profunda de las fuerzas del cambio, que deberían articularse de forma más clara como alternativas, en la calle y en las instituciones frente a las políticas austericidas y que tenga en cuenta a las personas, porque estábamos hartas de llamarle “Democracia” a algo que no lo es. Una democracia que se ha sostenido en un sistema individualista con el maquillaje de la socialdemocracia y la vuelta atrás de los conservadores en lo ideológico, con el apoyo de las élites extractivas e intereses de los “idiótikos”, expoliando nuestro patrimonio y recursos, y sometiendo a generaciones de ciudadanos y ciudadanas; que tras el 24M de forma masiva vimos que era posible una estructura en la que la transparencia, cooperación, participación y toma de decisiones de forma directa y colectiva quedarían patentes en las elecciones municipales. Donde el modelo de participación se articula en el trabajo colectivo de una red política, una red de individuos, que participan en la política de calle, en la vida cotidiana, lo que hace que los consensos sean más flexibles y la participación de sus integrantes en el día a día en la toma decisiones.
De tal manera que los partidos políticos solo han servido como un instrumento jurídico para tomar las instituciones. Por ello, la próxima legislatura, los próximos cuatro años son clave para materializar esta nueva forma de hacer política, por ejemplo; es preciso iniciar una transición hacia un nuevo modelo productivo justo socialmente y en equilibrio con la naturaleza, para liberarnos de la dependencia del oligopolio. Pero para lograrlo, tenemos que hacer creíble al electorado que una fuerza ciudadana parlamentaria fuerte y cohesionada si puede ser capaz de ser motor de ese cambio.
Pero no nos engañemos, si no está la ciudadanía de forma independiente, no es un motor de cambio. Una candidatura en la que se copan primeros puestos de salida o listas enteras con integrantes de un mismo partido, por mucho que se defienda como confluencia, son partidos que pactan sin más. Sin embargo, un grupo de independientes formando parte y liderando una candidatura que muchos partidos apoyan, es la verdadera fuerza del cambio.
La alta presencia de personas independientes imposibilita los pactos entre cúpulas. Pero también, lo que lo cambia todo, pues cuando haya que tomar decisiones, en la candidatura verás a personas que votan a personas y no personas afiliadas de determinadas formaciones políticas. De las cuales confías que serán capaces de trasladar los valores que son propios para ganar las instituciones -el diálogo, el debate, el consenso, la inteligencia colectiva y la acción cooperativa - y a todos los partidos y personas que podríamos formar parte de ese nuevo parlamento y donde sabes que no hace falta afiliarte para participar en su toma de decisiones.
Es fundamental –al margen de cuales sean los resultados electorales- que los partidos, grupos y personas que sean el motor de cambio sean transparentes, activas y activistas para fortalecer las propuestas y transformen la sociedad desde abajo. El reto ante el poder económico –léase TTIP, eléctricas, multinacionales, etc.- no se gana pactando el reparto de migajas, ni maquillando candidaturas de confluencia.
La economía verde, la justicia social, la educación y otros tantos retos, solo serán posibles si empezamos bien la carrera. Desde Equo hemos apostado por la confluencia, abierta a las ideas, a las ideologías, a las personas, a los partidos y a la unidad, lo llevamos en el ADN, ese es nuestro esfuerzo y persistiremos en ello, donde se den condiciones, porque somos motor de cambio y queremos estar ahí aportando, empujando, construyendo, haciendo posible una nueva realidad que este país se merece que las generaciones de ahora y futuras necesitan.
Azucena Gual
Coportavoz Equo Castilla-La Mancha
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