Cuptaluña

Declarar que no se va a cumplir la ley salvo que emane del parlament catalá es solo una amenaza y será delito cuando produzca efectos jurídicos. De ahí a que Artur Mas sea Martin Luther King hay exactamente la misma distancia que considerarlo George Wallace como afirman los del PP y la TDT party, aunque solamente fuera porque la analogía supone igualar a Mariano Rajoy con John Fitzgerald Kennedy, lo que por grotesco pierde hasta gracia.

Wallace fue gobernador de Alabama por el partido Demócrata y era tan racista como Rajoy seguidor del Madrid. Su delito en 1963 y por el que POTUS le envió la Guardia Nacional fue plantarse ante las puertas de la Universidad de Alabama e impedir el paso a los tres primeros niggers universitarios, Vivian Malone Jones, Dave McGlathery y James Alexander Hood. Es la conocida como Stand in the Schoolhouse Door, Parada a las puertas de la Escuela.

El caso yanqui es un caso de segregación racial, delito contra los DDHH y contra la Constitución EEUU. Tuvo su precedente jurídico en el caso Brown contra el Consejo de Educación de Topeka, Kansas, que en 1953 llegó a la Corte Suprema de los Estados Unidos que, contrariamente a lo que pasa en nuestro terruño, es el tribunal de mayor rango y por eso se llama Supremo, no como el nuestro que lo es seguramente por las Supremas de Pollo o las Supremes de Móstoles, no lo sé aún. Sin este precedente y sin la petición expresa del Fiscal General del Estado “Nick” Katzenbach, Kennedy no habría podido enviar a la Guardia Nacional.

Comparar este incidente con lo que está pasando en Cataluña es un disparate. Para empezar, Kennedy nunca fue un vago y nunca pospuso ni una sola de las decisiones complejísimas con las que le tocó lidiar en sus escasos tres años de mandato: la invasión de Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles de Cuba, la construcción del Muro de Berlín, el inicio de la carrera espacial, la consolidación del Movimiento por los Derechos Civiles y las primeras escaramuzas en Vietnam.

En cuatro años, Rajoy ha elevado de 22 a 45% el índice de independentistas en Cataluña gracias a su “capacidad” gubernativa, ha desmantelado el estado del bienestar y ha vendido la clase media a los milmillonarios. No parece un gobernante comparable con nadie, salvo con Nerón y este por lo menos sabía tocar la lira.

Cherchez l’argent: La situación en Cataluña ha sido convenientemente abonada por un estafermo alérgico al trabajo y a tomar decisiones, rodeado por la corrupción y quién sabe si corrupto él mismo y ha sido bien aprovechada por los independentistas de ERC y CUP, y por los hasta ayer no independentistas CiU hoy solo CDC, cuyo giro se explica bien porque tienen tantas heces y tantos delitos de corrupción en su seno como el PP en el suyo y, lo que es peor, muy probablemente ambas corrupciones confluyan en una sola.

Ahora se habla de tanques y Guardia Civil en la Diagonal. No me parece mal… en otro contexto: un gobierno que hubiera intentado por todos los medios el diálogo, la política y el consenso. Es inaceptable cuando el cobarde se esconde tras los muros de Moncloa, lleva sin hablar con Urkullu 15 meses y con Mas otro tanto y su política territorial ha consistido en levantar muros y decir No. Lamentablemente, es la manera conservadora de hacer política en España por lo menos desde el 27 de octubre de 1864 en que el Gobierno de Narváez prohíbe que los catedráticos opinen contra el Concordato de 1851 o defiendan el krausismo: prohibición frente a diálogo.

Ahora en Cataluña manda la CUP que representa al 7.5% de los catalanes en el Parlament y al 4.2% en los municipios de la autonomía. Se trata de un partido marxista, anticapitalista, independentista y antieuropeo que pretende gobernar con uno de derechas, burgués, capitalista y liberal que hasta hace 10 minutos no era independentista. No saldrá bien.

Tenemos que librarnos del PP y de CDC el 20D o la próxima legislatura va a ser un desastre que nos retrotraerá otros 30 años a sumar a los 20 que ya llevamos gracias a Rajoy.