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Ciencia Ficción

sábado 13 de febrero de 2016, 14:36h

El verdadero poder de la ciencia es imaginar. Pasa como en la literatura. La diferencia es que ésta persiste en la imaginación para crear su verdad, y la ciencia continua el camino hasta hacerla empírica. Pero ambas buscan crear una verdad desde la imaginación. En una para llegar a las palabras y en otra para llegar a las teorías. En la literatura da igual que lo se escriba sea real o no, lo importante es sea una verdad en sí misma, o en su mentira, como diría Pessoa. Eso lo tuvo que reconocer Navokov en su “Curso sobre El Quijote” después de hartarse de buscar errores geográficos y argumentales en el libro. Al final tuvo que reconocer la victoria de la imaginación sobre la realidad. Observó como un personaje de letras se hacía más real que cualquier persona de carne. Daba igual que hubiese existido o no don Quijote, lo importante era que la ficción se había convertido en realidad. Se podría decir, desde su esencia, que la gran literatura es aquella cuya imaginación crea su propia realidad. En la ciencia pasa lo mismo. No olvidemos aquello de Loke y Hegel de que si la realidad no está de acuerdo con la teoría, pues peor para la realidad. Y tanto peor, como que la ciencia ha demostrado que la realidad no existe.

Científicos australianos, liderados por Andrew Trucott, demostraron desde la física cuántica que la realidad no existe. Confirmaron la teoría de Wheeler de elección retrasada. Dicha teoría dice que en el momento de medir los fenómenos cuánticos estos eligen su pasado. Es decir, que así como desde la física clásica el tiempo es lineal, desde la física cuántica no lo es. Y si el tiempo no es lineal, tampoco el espacio lo es. El doctor Thorne, experto en agujeros negros, confirmó el jueves la detección de las ondas gravitacionales, cuya existencia había vaticinado Albert Einstein hace 100 años en su Teoría de la Relatividad General. El doctor Thorne fue asesor del filme Interestelar. Quien lo haya visto recordará que trata de unos astronautas viajando por agujeros de gusanos buscando otro planeta parecido al de la tierra. Aquí se han agotado los recursos naturales y no puede seguir viviendo la especie.

Las ondas gravitacionales son curvaturas en el tejido espacio-tiempo, y según Stephen Hawking, se trata de un hallazgo que revolucionará la astronomía. Así que no es descabellado pensar en viajes en el tiempo, aunque no de la manera que lo decía HG. Wells. En fin, que la imaginación humana no solo es la base de la literatura, también lo es de la ciencia. Y sobre todo de la antropología. Como dice Noah Harari la diferencia crucial entre el primate humano y todos los demás animales es que fuimos capaces de imaginar cosas que jamás habíamos visto, ni tocado…ni oído.

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