La complicada situación política hacía prever que los turnos de réplica a Pedro Sánchez iban a estar cargados de tensión. Los abucheos, las acusaciones cruzadas y la polémica por los turnos por alusión han sido elementos destacados de la jornada, algunas veces por encima del intercambio de propuestas y las posturas de los diferentes partidos. El momento más tenso se ha producido entre Pablo Iglesias y la bancada socialista y ha acabado con el líder de Podemos diciendo que aunque ellos no "tengan pinta" de presidentes pueden enseñar educación a los diputados del PSOE.
El presidente del Congreso, Patxi López, ha tenido un protagonismo inesperado debido a los "turnos por alusión". El socialista ha tenido que imponer su criterio y ha ido dado advertencias a los que pedían turnos no previstos hasta que se ha plantado y ha dejado sin palabra al portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech.
En el reglamento de la Cámara Baja está prevista la posibilidad de que se le conceda a un diputado la palabra para responder a un comentario en el que ha sido aludido. Sin embargo, la normativa establece claramente que el diputado debe hablar "estrictamente" de la alusión realizada "sin entrar en el fondo del asunto en debate".
El primero en romper en el turno previsto de réplicas y contrarréplicas ha sido el Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, pero también ha hecho uso de este mecanismo el presidente en funciones Mariano Rajoy después de agotar su tiempo de respuesta. López ha considerado que los turnos por alusiones se estaban realizando para responder de forma genérica y ha acabado por anunciar que no se concedían más palabras bajo este formato.
Por otra parte, durante su tiempo de intervención Pablo Iglesias ha aprovechado para comentar con sorpresa las "formas" y las reacciones de la bancada socialista y de la bancada popular, en referencia a los abucheos y los gritos por parte de los diputados.
El momento de mayor tensión se ha vivido cuando Iglesias ha acusado al ex presidente socialista Felipe González de tener un "pasado manchado con cal viva". En ese instante, los diputados del PSOE han comenzado a pitar al líder de Podemos y a lanzarle gritos de "fuera".
"Guarden ustedes formas, al menos por respeto a los ciudadanos que nos están viendo. Es patético ver como se interrumpe a quien tiene la palabra", ha dicho Iglesias antes de pedir amparo al presidente del Congreso.
"Tu tiempo ya había terminano", ha contestado López.
"Querido Patxi, no sabía que nos ibamos a tutear", ha aseverado Iglesias, que luego se ha negado a seguir su intervención a pesar de que López no le ha quitado expresamente el uso de la palabra.
En declaraciones posteriores, el diputado de Podemos Sergio Pascual ha comentado que "está bien que los debates sean acalorados". La número 3 de la formción morada, Carolina Bescansa, ha añadido que la forma de moderar de López podía haber sido "más templada y equilibrada".
Bescansa también ha explicado que la crítica directa a González intentaba poner de relieve que "hay dos partidos socialistas": el de "las puertas giratorias", que ha protagonizado "episodios muy negros", y el otro partido socialista de las bases sociales y de la calle.
En el sentido opuesto, también ha habido gestos de cariño destacables, como el beso en la boca que se han dado Iglesias y Domènech cuando el catalán ha bajado de la tribuna. Sobre este gesto, el secretario general de Podemos ha comentado a posteri que "ojalá hubiera más besos y menos insultos en la Cámara".
Si (
No(
