Agua, azucarillo y aguardiente españoles

Estamos en tiempos electorales de Zarzuelas, no de Operas, que es el género mayor. El de la zarzuela es más ligero como ésta de Fernando Chueca de 1897. Cuenta una historia muy madrileña con sus guardias, sus barquilleros, sus aguadores, sus chulos, sus niñeras y mantones de Manila. Algo alejado de lo vasco salvo cuando nos la interpretan en el Teatro de La Zarzuela, frente a la Eusko Etxea madrileña, detrás del Congreso.

Agua, pues a los que llaman “periféricos” en esta campaña no nos han dado ni agua. Por no dar, Sánchez ni nombró la agenda vasca en su fantasmagórica Investidura entregada en mano por Ortuzar y Esteban.

Azucarillos, son esos políticos del PP, PSOE y Podemos que siendo vascos se diluyen en el agua de Madrid nada más caer en la Villa y Corte. Llegan y si te he visto no me acuerdo. Jauregui, López, Madina, Redondo, Mugica, Benegas, Aranzadi, Almunia, Mayor Oreja, Alonso, Maroto, y el meritorio Sémper. Euzkadi se les queda pequeñita.

Y aguardiente, bebida alcohólica de alta graduación que en esta zarzuelera campaña electoral es la aceitada “brunete mediática” que han puesto a valer de nuevo los García Ferreras, Pastor, Ruiz, López, Wyoming, Campo Vidal, y los nuevos Ricos Mc Pato italianos, Vasile y compañía, que conculcan el principio de igualdad electoral mientras se llenan los bolsillos.

Y hablando de aguas, ahí está la recomendación gipuzkoana que pide beber agua del grifo en lugar de en botellines. Muy bien. Por eso es bueno recordar como hace 22 años y porque había un Grupo Vasco nacionalista en el hemiciclo, se logró la transferencia de la gestión del agua. Nos pidieron un presidente para la Comisión de Investigación del caso Rubio y pedimos a cambio la Transferencia de Agua, contemplada en el Estatuto. En aquella feria de ganado hay que actuar así. De haber estado algunos de los anteriores nombrados, Getxo seguiría inundándose porque las obras de encauzamiento no se hubieran hecho.

Pero queda tajo. De aquella transferencia queda el saneamiento del Alto Nervión, una red de colectores valorados en 31 millones, con dos depuradoras de aguas residuales en Aiara y Llodio, total, el estado ha de invertir 66,5 millones y han pasado 22 años y nada. ¡A por ellos!

¿Qué pasará el domingo?

El PP subirá milímetros, el PSOE tendrá un broncón de pantalón largo al pasar de segunda a tercer fuerza por la inepcia de Sánchez que se agarrará como una lapa a la silla, Pablo Iglesias se hará con el espacio del PSOE pero no gobernará, Ciudadanos, un partido profundamente antinacionalista, seguirá con su matraca inservible, Bildu subirá algo, el PNV mantendrá posiciones y el rey en sus rondas, demostrará una vez más que no sirve para nada.

Y al final gobernará Rajoy en una legislatura corta y algo se avanzará en la lucha contra la corrupción, la reforma laboral, la ley “mordaza” y poco más. La economía seguirá mejorando y Cataluña seguirá empantanada.

Esta es la zarzuela chulapona que nos han interpretado en la Villa y Corte donde estamos mejor porque no hay ETA y porque Bildu ha descubierto que existe Madrid y se puede hacer política en el Frontón de San Jerónimo. No está nada mal Sra. Baronesa.