Espinosa no quiere ahogarse con el vino

La ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, no quiere ahogarse con el vino, por lo que reclama "prudencia" sobre la marcha de las negociaciones con los países de la UE para reformar el sector vinícola europeo, que entraron este martes en su segunda jornada después de las reuniones en las que cada Estado miembro explicó sus reivindicaciones a la Comisión Europea y a la Presidencia portuguesa de la UE.

A su llegada al Consejo de Agricultura y Pesca, donde este martes coincidirán las negociaciones sobre la reforma del vino con el reparto de las posibilidades de pesca para 2008, la ministra apeló al "principio de prudencia y esperar a que avance un poco más".

Explicó que las reuniones trilaterales que se celebraron en la tarde-noche del lunes sirvieron para que cada delegación expusiera sus intereses y preocupaciones, "que pueden ser contradictorias" y en base a los que la Presidencia y la Comisión presentarán un nuevo documento de compromiso.

Las "líneas rojas" que no quiere superar España en la negociación consisten en que se mantengan los fondos para el sector de vino en lugar de transferirse al capítulo de desarrollo rural; que cada país pueda emplear su presupuesto nacional en las medidas que le parezcan más oportunas, y mantener las ayudas a la destilación para la producción de licores y brandys durante un periodo de transición que acabaría en un pago único a la hectárea.

En cuanto a los derechos de plantación, España apuesta por que éstos no se liberalicen para el vino con denominación de origen (DO) y que sean éstas las que puedan controlar la producción y gestionar las nuevas plantaciones.