Los Reyes inauguran la ampliación del Prado de Rafael Moneo

El 13 de marzo el Ministerio de Cultura dio por finalizadas las obras, y el día 31 fue mostrado por primera vez a los medios de comunicación, donde la entonces ministra, Carmen Calvo, aseguró que se había gastado “lo necesario para hacer una obra espléndida”.

Cifras y fechas históricas
Antes que los políticos pudieron comprobar el esplendor de la obra en persona los madrileños, ya que el museo celebró jornadas de puertas abiertas los fines de semana en abril, mayo y junio. La infraestructura puso a prueba su dinamismo y su grandeza arquitectónica con la llegada de miles de visitantes, y eso que sus paredes todavía estaban desnudas de obras de arte.

Después de la inauguración oficial, el Prado alcanzó un récord histórico de visitantes diarios el domingo 4 de noviembre, con 23.005 personas. En total, durante los cinco días de acceso gratuito, bajo el lema 'Te invitamos al Prado', la pinacoteca alcanzó las 103.347 visitas. Además, durante el puente de Todos los Santos logró un incremento de más del 147 por ciento de asistentes respecto a las mismas fechas de 2006.

El nuevo ministro de Cultura, César Antonio Molina, presenciaría el 17 de septiembre la colocación del primer cuadro de las nuevas salas, 'El testamento de Isabel La Católica' de Eduardo Rosales, y en 23 de octubre dio por finalizadas (tras diez años de trabajos) las obras del Casón del Buen Retiro, sede del futuro Centro de Estudios del Museo del Prado.

Inauguración Real
Estas serían solo dos perlas antes de la inauguración de la joya de la corona cultural de Madrid. Octubre fue el mes en el que los goznes de las puertas del ilustre Museo del Prado chirriaron oficialmente para dar paso al ilustre museo, remodelado, ampliado gracias a 152 millones, que permitieron que el museo creciera en 22.000 metros cuadrados, más de un 50 por ciento de su antigua superficies.

Decenas de fotógrafos esperaron el 30 de octubre la llegada de los Reyes y de los Príncipes de Asturias a través de la puerta de Velázquez, que da al paseo del Prado, abierta oficialmente por primera vez para la ocasión. Tras atravesar la ‘Sala de las Musas’, donde se instalaron las taquillas centrales, la Familia Real entró en el nuevo vestíbulo que sirve de nexo entre el viejo edificio de Juan de Villanueva y el que levantó Rafael Moneo junto a la iglesia de San Jerónimo el Real.

Los Reyes y los Príncipes fueron recibidos por el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y su esposa; el ministro de Cultura, Cesar Antonio Molina; la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y su esposa; el presidente del Real Patronato del Museo del Prado, Plácido Arango, al que acompañaban todos los miembros del Patronato; el director del Prado, Miguel Zugaza, y el autor de la reforma, el arquitecto Rafael Moneo.

En su compañía, los Reyes accedieron al nuevo auditorio donde les esperaban los invitados, entre los que pudo verse a personajes del mundo de la política como las ex ministras de Cultura Pilar del Castillo y Carmen Alborch, el ex ministro de Transportes, José Luis Álvarez; el secretario de Estado de Comunicación Fernando Moraleda;  el consejero de Cultura de la Comunidad Santiago Fisas, la consejera de Hacienda, Engracia Hidalgo, o la delegada de Cultura del Ayuntamiento, Alicia Moreno, así como representantes de las finanzas como Francisco González, presidente del BBVA, patrocinador de la muestra "El siglo XIX en el Prado", Narcís Serra,  actual presidente de Caixa Catalunya, o de la empresa como Florentino Pérez, presidente de ACS.

El siglo XIX en el Prado
Precisamente, “El siglo XIX en el Prado” dio el pistoletazo de salida, articulada en nueve secciones ordenadas cronológicamente y en función de las diferentes corrientes o formas de expresión artística que se sucedieron a lo largo del siglo XIX. E definitiva, lo mejor del Prado respecto a los maestros de la pintura española, entre ellos Goya o Sorolla.

Don Juan Carlos en su intervención, aseguró que "como españoles estamos orgullosos del Prado". En su discurso, don Juan Carlos señaló que gracias a las obras se han recuperado la puerta de Velázquez y el arte español del siglo XIX e indicó que "el Prado es un patrimonio único que esta ampliación va a permitir revalorizar”.

José Luis Rodríguez Zapatero recordó que gracias al apoyo ciudadano el Prado se salvó cuando estuvo en riesgo de destrucción y aseguró que la ampliación era fruto del consenso de dos gobiernos diferentes y del apoyo de las administraciones madrileñas, el Ayuntamiento dirigido por Alberto Ruiz Gallardón, y la Comunidad, encabezada por Esperanza Aguirre.

Colas para ver a los maestros
Si las cifras de visitantes del museo ya eran magníficas (recibió durante el año 2006 casi 2,2 millones de visitantes, un 10 por ciento más que el año anterior), las entradas del Prado se vieron literalmente colapsadas durante los días posteriores, en los que se pudo acceder de forma gratuita. Largas colas dieron la vuelta a la pinacoteca y los más impacientes se tuvieron que resignar a postergar su visita.

Quienes regresaron poco después de la apertura oficial fueron los Reyes, que cortaron la cinta roja de la exposición 'Fábulas de Velázquez. Mitología e historia sagrada del Siglo de Oro', muestra que propone una visión de la faceta del maestro como pintor de historia a través de 28 obras pintadas por él y 24 de otros artistas. Incluida en el programa diseñado para celebrar la ampliación del museo con esta muestra se conmemoran también los 188 años de vida del Prado.

Las características de la ampliación
El nuevo edificio del Prado constituye una obra elegante y en armonía con la construcción de Villanueva. La Puerta de los Jerónimos da entrada al visitante a un gran vestíbulo de más de 2.000 metros cuadrados que concentrará los principales servicios de atención al visitante. En este espacio se encontrará también la tienda y la cafetería del museo. Desde esta zona se divisa la sala basilical de Villanueva (frente a la Puerta de Velázquez). En el vestíbulo se ubica también el Auditorio, con capacidad para 438 personas.

La actividad expositiva se desarrollará en tres salas que tienen una superficie total de 1.386 metros cuadrados. Pero sin duda el que sobresale por encima de los demás,  dispone de un espacio abierto cuadricular, "una linterna acristalada", el cubo de Moneo, que llega hasta el claustro y que permitirá el paso de la luz. En estas salas se colocarán las exposiciones temporales del museo que permitirán presentar obras de gran formato.

Además de las salas, cabe destacar el claustro, de 524 metros cuadrados. Las obras han permitido recuperar este monumento que albergará exhibiciones escultóricas. En la parte superior del edificio se encuentran los talleres de restauración. Un piso más abajo se encuentra el Gabinete técnico donde se hacen los estudios radiográficos de los cuadros y un poco más abajo aún está el Gabinete de dibujos.

El museo contará también con nuevos depósitos para el almacenamiento de las colecciones. Además, el museo dispondrá por primera vez de un muelle de carga independiente y acondicionado para la entrada y salida de obras de arte, así como un montacuadros de casi cinco metros de ancho con capacidad para 9.000 kilogramos de peso que facilitará el traslado de las obras de arte. Todos estos espacios suman en conjunto una superficie de 1.111 metros cuadrados.