Zapatero hace balance de su labor en Europa

   Durante su intervención en el pleno del Congreso para informar sobre el último Consejo Europeo, Zapatero recordó que al inicio de la legislatura expresó su "voluntad de volver a situar a España en el corazón de Europa", y ahora, casi cuatro años después puede hacer "un balance satisfactorio".

   Según el presidente del Gobierno, muchas de las nuevas políticas de la UE tienen "un perfil marcadamente español" sobre todo en lo que respecta a las cuestiones migratorias y de lucha contra el terrorismo.

   Además, en su opinión, España, con su "predisposición y flexibilidad para superar la crisis" tras el rechazo a la Constitución europea ha ayudado a solvertarla, al tiempo que se ha mantenido "tenaz" en el mantenimiento de "los contenidos esenciales" de dicho texto en el actual Tratado de Lisboa. Así pues, sentenció, "el fortalecimiento de España ha fortalecido a Europa".

   Zapatero desgranó los principales acuerdos alcanzados en el Consejo Europeo del viernes pasado en Bruselas, tras elogiar el nuevo Tratado de Lisboa con el que la UE, dijo, "ha dejado atrás la incertidumbre y el horizonte está despejado" para que se pueda caminar hacia una "Europa de valores y sustancia política" necesaria para "ser competitivos y eficaces ante los nuevos desafíos".

   En opinión del presidente del Gobierno es muy "positivo" el que la dirección del Grupo de Reflexión sobre "los nuevos desafíos y respuestas a los mismos" que debe dar la UE haya recaído en Felipe González. Según Zapatero, la designación del ex presidente del Gobierno --aplaudida por los diputados-- "gozó del más amplio apoyo de todos los Estados miembros" y supone un "reconocimiento" al "compromiso personal en la construcción europea de González".

   También supone "un reconocimiento a España, a nuestro profundo europeísmo, al papel central que hemos sabido ganarnos" desde la entrada en la UE en 1986, añadió, para a continuación expresar su convencimiento de que González hará una gran labor y permitirá "realzar" la presidencia española de la UE en el primer semestre de 2010, puesto que su Grupo de Reflexión deberá presentar un informe final en junio de ese año.

Rajoy 'no lo tiene tan claro'

   El presidente del PP, Mariano Rajoy, reprochó al presidente del Gobierno el haber sido, bajo su punto de vista, el único de los líderes europeos que no ha obtenido ningún beneficio concreto para su país en las negociaciones en torno al recién firmado Tratado de Lisboa que sustituirá a la fallida Constitución europea.

   "El señor Prodi (en alusión al primer ministro italiano) defendió sus intereses nacionales. Sé que Gran Bretaña y Polonia han logrado tratos de favor y garantías para sus propios países. Por lo visto, quien más y quien menos, encontró la manera de volver a casa con algo en el bolsillo, cuando no, con un traje a la medida. Usted, no", indicó ante el Pleno del Congreso, donde comparecía el presidente para informar del último Consejo Europeo de Bruselas.

   Para Rajoy, la "única satisfacción específica" obtenida por los españoles en esta última cumbre ha sido el nombramiento del ex jefe del Gobierno español Felipe González para presidir el Grupo de Reflexión sobre la UE. "Es una honra para España", dijo, si bien advirtió de que se trata tan sólo de una "satisfacción espiritual", en alusión a que el ámbito de actuación de este grupo será el de las ideas.

   Y es que para el líder de la oposición, "el problema de Europa no es de ideas", sino de "voluntades" políticas. Aun así, le deseó "éxito" al Grupo de Reflexión, al que ayudará, dijo, en la medida de sus posibilidades.

   Rajoy consideró que Zapatero no influye en las cumbres europeas ni aunque esté presente. E intentó demostrarlo planteándole una serie de preguntas que él mismo contestó: "¿Llevó usted a la Cumbre alguna iniciativa que fuera aceptada? No. ¿Y alguna que se rechazara? Tampoco. ¿Ha creado algún problema a sus colegas de la Cumbre? No. Al contrario, como de costumbre, ha destacado por su espíritu entusiasta  y complaciente". Para Rajoy, "en nada" hubieran cambiado las cosas si Zapatero no hubiera estado presente en Bruselas el viernes pasado.

   El presidente del PP lamentó que en estos años España no haya contado, bajo su punto de vista, con un presidente del Gobierno "capaz de ejercer alguna clase de liderazgo en Europa".

   Además, le echó en cara que durante su mandato España haya pasado de ser el mayor receptor de fondos de la UE a contribuyente neto. Según Rajoy, la ampliación de la UE cuesta a España "proporcionalmente más que a Francia y Alemania juntas".

   También le reprochó que en la actualidad España se sitúe "en la cola de la transposición de las directivas comunitarias y a la cabeza de los procedimientos de infracción".

   De otro lado, dijo no comprender el "entusiasmo" que, a su juicio, demostró Zapatero en su intervención ante el Pleno, donde se refirió al Tratado de Lisboa. Para el líder del PP, es cierto que con este texto se ha "avanzado un poco", se ha "salido del atolladero" y por eso hay que estar "satisfechos", pero no "tanto como para proclamar un día de fiesta con guirnaldas y cohetes".

   "No es gran cosa pero sirve para romper la imagen de bloqueo de la UE y para dar algunos pasos hacia delante si, como esperamos, lo ratifican todos los Estados miembros", resumió y garantizó el apoyo del PP en la ratificación del Tratado por el Parlamento, si bien dijo desconocer "qué harán los socios de su señoría, si repetirán los mismo que hicieron con la fallida Constitución o apoyarán al Gobierno".

   A modo de resumen, lamentó que Zapatero "no haya comprendido que, para hacer política en Europa, no basta con envolverse en la bandera europea, predicar un europeísmo ingenuo, evitar conflictos, repartir sonrisas o coleccionar fotografías".

   A su juicio, a España le ha faltado una política europea porque no ha tenido una "política exterior propiamente dicha". Además, la "pérdida de protagonismo" que, a juicio de los 'populares', ha sufrido España es "directamente proporcional a la falta de un proyecto político para España".

Kosovo e inmigración

    Rajoy aprovechó su intervención para preguntarle a Zapatero si el Gobierno tiene intención de contribuir con la misión de jueces y policías que enviará la UE a la provincia serbia de Kosovo, de mayoría albanesa.

   También le cuestionó sobre la visión del Ejecutivo de un Kosovo eventualmente independiente que no contara con el respaldo de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y sobre su opinión con respecto al respaldo jurídico internacional de las conclusiones aprobadas por el último Consejo Europeo sobre Kosovo.

   Rajoy dijo no compartir con esas conclusiones el hecho de que no haya un "llamamiento firme" al Consejo de Seguridad de la ONU para que intente llegar a un acuerdo sobre el estatus final de la provincia.

   Sí celebró en cambio que las conclusiones adviertan de que la solución que se alcance para Kosovo, en alusión a una eventual independencia, no constituirá un precedente, pero admitió que le hubiera gustado que se hubiera añadido que "la integridad territorial y la estabilidad de las fronteras, que no pueden alterarse por actos unilaterales, constituyen elementos básicos del orden europeo".

   "Y para evitar lecturas interesadas de algunos de sus socios en esta Cámara, también podría añadirse que (...) la integridad territorial es una competencia exclusiva de los Estados miembros, de suerte que ni la Unión, ni los demás Estados miembros pueden interferir en la misma, reconociendo, por ejemplo, actos unilaterales de secesión de parte del territorio de un Estado miembro", añadió.
  
    Según el presidente, tras fracasar las negociaciones entre Belgrado y Pristina, la UE "ha enviado un claro mensaje de unidad y de compromiso con la paz y la estabilidad", comprometiéndose a enviar "una misión civil institucional para desarrollar el Estado de derecho en Kosovo".

   En este sentido, quiso hacer hincapié en que "todos los socios europeos han coincidido en que Kosovo constituye un caso sui generis, en el marco de una situación institucional", pero una vez más no se pronunció sobre un eventual respaldo de España a la independencia de la provincia serbia. "Para nosotros es importante la garantía de paz y estabilidad", aseveró.

   El jefe del ejecutivo también sacó tiempo para hablar de inmigración, por lo que se felicitó de que el Consejo Europeo haya impulsado la política europea en esta materia, "en línea con nuestras propuestas". "Ha contemplado la inmigración como un fenómeno global, que abarca la interacciónde las políticas de inmigración y ayuda al desarrollo, la lucha contra la inmigración ilegal, y la plena integración de los inmigrantes en nuestras sociedades", explicó.

   Además, agregó, "ha promovido el diálogo sobre inmigración con los países iberoamericanos" y ha asumido "una importante demanda de España, al proponer el reforzamiento de la Agencia Europea de Fronteras (FRONTEX)".

Felicitar la navidad no cuesta "ni un euro"

   El presidente del PP, Mariano Rajoy, aprovechó su también su intervención en el debate sobre la última Cumbre Europea para echar en cara al presidente del Gobierno el "disparate" de la última campaña de publicidad institucional del Ministerio de Industria, en la que, además de recomendarse el ahorro de energía, se felicita las fiestas navideñas a los españoles.

   Nada más subir a la tribuna, Rajoy deseó "Feliz Navidad y próspero año nuevo" a los españoles: "Fíjese que fácil y que barato --le dijo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero--. No me ha costado ni un euro, nada que ver con los cuatro millones y medio de euros que pretende gastarse en una insólita campaña".

   Según explicó, felicitar la Navidad "a costa del contribuyente" resulta "disparatado y extremadamente caro", máxime cuando "existen fórmulas más respetuosas con la economía de los españoles". Además, denunció la "paradoja" que supone ese gasto en una campaña orientada al ahorro, concretamente energético: "¿Con qué autoridad moral?", se preguntó.

   Recogiendo las palabras del vicepresidente Pedro Solbes acerca de que los españoles no tienen "interiorizado" lo que vale el euro, Rajoy señaló que el gasto del Ejecutivo en publicidad institucional demuestra precisamente que no tiene interiorizado el euro.

   "Se lo diré en pesetas --agregó--. En septiembre y octubre se gastó más de 100 millones de pesetas en publicidad y en noviembre y diciembre, van para 150 millones., Mucho dinero para el contribuyente y demasiado poco para tapar el fracaso de su gobierno. Es una vergüenza".

    En este sentido, portavoz del PSOE en la Comisión de Control de RTVE, Oscar López, recalcó al PP que el objetivo de la última campaña del Ministerio de Industria, aunque incluya una felicitación navideña, es fomentar el ahorro energético. En su opinión, el que ha hecho una campaña específica para felicitar estas fiestas es el Ayuntamiento de Madrid, que dirige el 'popular' Alberto Ruiz Gallardón.

   El diputado socialista respondía así, a través de una nota de prensa, ante la amenaza del PP de recurrir en los tribunales los anuncios realizados por el Departamento que dirige Joan Clos. En este contexto, acusó al PP de "mentir de forma descarada" sobre la campaña y su coste. Mientras que los 'populares' lo han cifrado en 4,5 millones de euros, López sostiene que ha costado "menos de la mitad"

   Tras insistir en que estos anuncios sólo buscan promover el ahorro energético y señalar que "nadie sensato puede cuestionar la necesidad de concienciar a los ciudadanos sobre este asunto", el dirigente socialista apuntó que "parece que los populares siguen decantándose por las tesis del primo de Rajoy y vuelven a restar importancia a todo aquello que tenga que ver con el cambio climático".

   Además, aprovechó para asegurar que "la única campaña que hay en este país en la que se dilapida dinero público sólo para felicitar la Navidad es la del Ayuntamiento de Madrid". "Eso sí que es una auténtica vergüenza que hay que atajar de manera inmediata", añadió, instando a Rajoy a emplazar a Gallardón a retirar esos anuncios.