No estamos tan mal, pero han sido tres años perdidos

Ciertamente la economía española no está tan mal como parece por la última avalancha de indicadores y titulares. Si partieramos de cero, la verdad es que el panorama no sería, ni mucho menos, negativo.

Pero el principal problema es justamente ese, que no partimos de cero. Sino de cuatro años de legislatura en los que da la sensación de que se ha perdido el tiempo. Un crecimiento muy fuerte, sí, pero amparado casi exclusivamente, en la construcción.

El Gobierno ha sacado rédito de ese impulso, y ahora le toca pagar las deudas. En vez de iniciar los cambios antes de que se agotara la construcción, ha esperado hasta que la ha exprimido a fondo, y ahora empiezan los cambios. Tres años para nada. 

No estamos tan mal, pero, en parte, el Ejecutivo se merece que le caiga la que le está cayendo en materia económica. Se ha aprovechado de la situación de la construcción, del tirón de la demanda interna y del consumo, y ahora le llegan las consecuencias negativas.

Ahora, sigo pensando lo mismo. Al PP le falta una cabeza económica que plante cara a Solbes. Ante la crisis que se avecina los ciudadanos necesitan una persona en la que confiar. Y en eso el PSOE con Solbes le saca mucho terreno al PP. Rato hubiera sido un gran contrapunto, de hecho, es muy probable que su ausencia en el equipo de Rajoy pueda decantar al final las elecciones en su contra.

 No harían mal los ‘populares’ en encontrar rápidamente un responsable económico que desprenda esa confianza que necesitan los ciudadanos y anunciarlo cuanto antes. La economía va a ser uno de los ejes de los comicios y para llevarse este punto es necesario contar con una cabeza visible importante. El PP todavía no la tiene.