A medida que se van conociendo como han quedado las propuestas de candidaturas electorales del PSOE que tendrá que ratificar el Comité Federal del partido el próximo sábado día 12, se van conociendo también ciertas ‘maniobras’ que han hecho algunos veteranos dirigentes para no quedarse descolgados. Por ejemplo, el ex secretario de Organización del partido, José María Benegas, ha luchado a brazo partido en Vizcaya para no ser desplazado a la candidatura al Senado y continuar en la lista al Congreso, en donde lleva desde la legislatura Constituyente. Él y Alfonso Guerra -que repite como cabeza de lista por Sevilla- son los dos únicos diputados que se mantienen desde entonces (1977) en sus escaños.
Para lograrlo, Benegas ha buscado el apoyo de Ferraz cuya dirección recordó al PSE una norma ‘no escrita’ del partido que dice que todos los ex secretario de Organización tienen asegurado un puesto en las listas al Congreso, salvo que de motu propio renuncien a ello. Y no ha sido el caso de ‘Chiqui’ que esgrimió que no quería ‘perjudicar’ a Lentxu Rubial, que tradicionalmente va en la candidatura por esta provincia al Senado, ya que su apellido empieza por B y tendría que ir por delante de la hija del histórico presidente del PSOE, Ramón Rubial. Claro, que los planes del PSE eran precisamente que esta vez Lentxu fuera de tres al Congreso.
Pero al final Benegas se ha salido con la suya y va en ese codiciado tercer puesto de la lista -en 2004 el PSE sacó en Vizcaya tres diputados aunque en esta ocasión hay un escaño menos en juego en este territorio por la pérdida de población- .detrás del joven Eduardo Madina- que ahora encabeza la candidatura- y Arantza Mendizabal, que era la que tradicionalmente abría la lista. Cosas de la ‘renovación’.
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