Operación Emmanuel al revés

Hay casos en que ni las sanguinarias FARC aguantan a sus secuestrados
Las FARC cumplieron su promesa. Habían comenzado la anunciada y poderosa ofensiva 2008. Más terrorismo, más muertes, más secuestros, más contrabando, más extorsión, más vacunas, más narcotráfico. Dentro y fuera de Colombia y, con especial gusto, en Venezuela, donde por años los narcogerrilleros han hecho fiesta secuestrando hasta mascotas. Y más ahora, cuando tienen mejores y poderosos hermanos del alma.

Una oleada inédita de secuestros entre Maracaibo y Cumaná, finalmente llamó la atención de los organismos de seguridad. La extraña desaparición de algunos de los más asiduos y carismáticos militantes del proceso dólarbolivariano los hizo pensar en lo peor. Cinco días sin Ruiz Tacón en la prensa o Ibis Valeria fuera de los rines de boxeo era para entrar en pánico.

La búsqueda nacional fue ordenada de inmediato. Motos, alcabalas móviles, funcionarios parados en cada esquina y redadas a discreción eran la prueba fehaciente de que el Estado había iniciado otro de esos brillantes operativos en los que no cae preso ni un carterista jubilado. Pura bulla, pues.

Mientras el Gobierno exhibía uniformes y escopetas por las calles, los emblemáticos líderes estaban desde hace tiempo en la selva profunda. En la orgía de secuestros, las FARC no hicieron distinciones filiales y por error se llevaron a Ruiz Tacón, Ibis Valeria, Lois Filipo Acorta Cartier, Feddy Peral, Piero Carrero Vuitton, Duilian Vara y a Torque Audíguez. Todos ilustres héroes nacionales y fichas fundamentales del movimiento del cambio.

Los plagiados recibían buen trato. Médicos cubanos de cabecera del plan Selva Adentro, las tres comidas aseguradas con la Misión Cristo y los mismos peluqueros que cuidaron a las últimas liberadas. Nada menos se puede esperar de una guerrilla humanitaria.

Pero, a los días comenzaron los enredos. Ruiz Tacón hizo una lista considerada discriminatoria. Los dividió entre castristas y chavistas. Todos decían ser chavistas. Ibis Valeria le cayó a palos a otra secuestrada. Acorta Cartier reveló la posición del campamento con un ataque de eructos incontrolable. Feddy Peral causó una epidemia por su empeño en usar la carpa de los cocineros como depósito de basura. Piero Carrero activó un sistema de comunicaciones basado en Directv que aisló en plena jungla y de noche a 200 guerrilleros. Duilian Vara fue repudiado por el Estado Mayor cuando en medio de una jalada gigantesca se le ocurrió comparar a Marulanda con George Washington. La paciencia de los jefes guerrilleros se colmó cuando Torque Audíguez se propuso él mismo para negociar con el imperio la contratación de un sistema de captahuellas para blindar la seguridad en los campamentos.

"Águila 1, aquí Marulanda. Urgente. Dame coordenadas. Inicio Operación Emmanuel al revés. Pa'llá van", fue lo último que se escuchó en la radio.

Elides J. Rojas
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Periodista y abogado
Director de Información del Diario El Universal (Venezuela)