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La careta humanitaria

La careta humanitaria

lunes 21 de enero de 2008, 05:57h

La palabra “humanitaria” ha sido usada y abusada en relación a todo lo que ha rodeado la liberación de las dos personas secuestradas por la FARC. Hugo Chávez la empleó para exponerse ante el mundo como un hombre de sentimientos, preocupado por el sufrimiento de personas y familias. De esta forma, durante el planeamiento y la concreción de la operación no necesitó poner en discusión sus afinidades políticas e ideológicas o la colaboración de su gobierno con el narcoterrorismo. Estas más bien lo hubieran llevado a colaborar con las FARC que a reducir su poder de negociación restándole secuestrados.  Otros gobernantes que colaboraron con el operativo Chávez, que tienen indisimulable simpatía o compromiso hacia él, pero con alguna escondida vergüenza frente al mundo civilizado, se escudaron en lo “humanitario” de su colaboración. Nuestra presidente y su cónyuge entran claramente dentro de esta última categoría. Néstor Kirchner acompañó a Chávez como ex presidente argentino y se expuso como el garante de mayor jerarquía. El primer fracaso del operativo por la falta de Emanuel lo enfrentó al escepticismo y la crítica abierta de las opiniones prevalecientes. El gobierno argentino había dado una señal clara de estar demasiado cerca de Chávez y esta evidencia se acentuó en las primeras horas luego de lograda liberación de Clara Rojas y Consuelo González. Cristina Kirchner desde el atril reprendió con aires de triunfo a los periodistas y opinantes que habían criticado la participación de Nestor Kirchner en el primer intento frustrado.

Terminado el operativo y logradas las fotos, obtenido el agradecimiento de las liberadas y de sus familias y casi del mundo, Chávez se sacó la careta. Expuso que las FARC y el ELN son movimientos insurgentes, no terroristas, y que además son bolivarianos y que merecen todo el respeto. En otras palabras, que son nobles guerreros que ya dominan un territorio y que luchan contra el mal. Dijo además que quienes descalifican a estos grupos lo hacen por la presión de los Estados Unidos.

Ya no quedaron dudas donde se ubica Chávez. Además afloró su hipocresía. Si era humanitario rescatar esas dos mujeres de manos de las FARC, era porque estaban desde hace años sometidas, como otros 750 rehenes, a una situación inhumana e injusta. ¿Como puede ser entonces que las FARC sean merecedoras de respeto y admiración?

¿Qué piensa nuestro gobierno? ¿Será lo que piensa Hebe de Bonafini, que endiosó a las fuerzas terroristas e insultó con epítetos irreproducibles al presidente Uribe? Después de todo, esta señora entra y sale de la Casa Rosada y el gobierno la acoge y jerarquiza en todos sus eventos.

No ha habido una reacción oficial contraria al pedido de Chávez de negar el carácter terrorista de las guerrillas colombianas. El gobierno argentino no les había dado hasta ahora ese carácter y no le ha resultado difícil ahora eludir cualquier discusión sobre el tema. Quienes nos gobiernan son ex montoneros que resisten ellos mismos que la historia los califique de terroristas. Pocas dudas caben que no querrán darle ese calificativo a las FARC.  Todo indica que se sienten solidarios con ellas y que los impulsos humanitarios del kirchnerato han sido en este caso también pura hipocresía.

Manuel Solanet
Director de la Fundación Futuro Argentino
www.futuroargentino.com.ar

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