Entre obispos anda el juego

Sí, la cosa se animó después de que este fin de semana el cardenal arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Cañizares, advirtiera el domingo que la Iglesia "no callará jamás", a pesar de "los poderes de este mundo que quisieran silenciarla o verla reducida a los espacios sacrales". 

Pero podemos hablar de alguna voz discrepante con el tono político-festivo en la Iglesia española.

En un tono completamente distinto, el abad de Montserrat, Josep María Soler, pidió en su misa dominical "respeto" para "los que no tienen en la Iglesia su hogar espiritual". Sin mencionar la nota difundida por la Conferencia Episcopal, señaló que "ningún proyecto político puede tener la exclusividad de representar el Evangelio". “Los miembros de la Iglesia no pueden pretender tener ningún monopolio. Hay que proponer de una manera serena, atractiva y esperanzadora, sin ninguna imposición, y lo tenemos que hacer a través del diálogo y de la misericordia, y no de la confrontación”, añadió.

Y unas declaraciones entre dos aguas: desde el arzobispado de Sevilla, monseñor Carlos Amigo señaló que hay que estar unidos "para buscar el bien, la paz y la concordia entre todos".


Los políticos se mueven

En el campo de los políticos, hay que destacar que el embajador de España ante la Santa Sede, el socialista Francisco Vázquez, confirmó que ha expresado al Vaticano el “malestar” del Ejecutivo por el documento hecho público por los obispos. “No se ha tratado de ninguna nota oficial de protesta, ha sido un contacto oficioso que mantuve con las autoridades vaticanas”, explicó.

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, instó al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a que admita que se ha equivocado con “el intercambio de cartas con el Vaticano, para mantener su situación de privilegio”. 

Desde ERC, Joan Ridao exigió que el Estado se desvincule de la Iglesia católica y que ésta se autofinancie a partir de la próxima legislatura.

A juicio del líder de CiU en Madrid, Josep Antoni Duran i Lleida, los obispos "se han equivocado, pero con su error han hecho un favor al PSOE, le han dado un balón de oxígeno".