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Acerca de la crisis energética que se avecina

Acerca de la crisis energética que se avecina

jueves 07 de febrero de 2008, 00:02h
Hace muchos años que en Chile no tenemos una política energética para el país y menos para Magallanes. Endesa, cuando era del Estado, tenía la obligación, a través de su departamento de ingeniería, de proyectar nuevas plantas que fueran proveyendo el consumo que requeriría a futuro el país. Por su parte, ENAP tenía la obligación de explorar y buscar los recursos energéticos y, en especial, de hidrocarburos. Todo esto se perdió durante la dictadura, porque se enajenó Endesa a los privados y a ENAP se le exigió sólo una entrega de utilidades, incluso por adelantado, descuidando gravemente todo lo relacionado con la exploración de nuevos yacimientos.

A partir de 1970 y para usar las reservas de gas de Magallanes, se proyectaron por ENAP, una planta de Gas Natural Licuado (G.N.L) en Magallanes y una Planta Gasificadora para alimentar la zona central del país. No obstante, este proyecto fue eliminado después del 11 de Septiembre de 1973.  En lugar de lo anterior, el gas existente fue vendido a precio vil  para producir metanol.

Esta situación fue denunciada en 1986 por los ingenieros de Enap, en un artículo titulado “El energicidio del gas”, que se publicó en la revista Minería. Si se hubieran construido esas plantas, no estaríamos viviendo los graves problemas energéticos que hoy tenemos. Hay personajes que hoy día tienen una destacada participación política, especialmente en la oposición al gobierno, que tuvieron la responsabilidad de haber evitado esta situación, pero no lo hicieron, privilegiando otros intereses.

Magallanes tiene el potencial para dar solución a gran parte del problema energético del país y, desde luego, ofrecer energía conveniente en cantidad y precio para las industrias que se quieran instalar en Magallanes. Lamentablemente, esto no ha sido visualizado por quienes buscan soluciones al problema de escasez energética del país y, en especial, de Magallanes.

Las reservas de gas existentes hoy en día son escasas.  Los yacimientos están depresionados en el área Springhill. Las posibilidades que exista gas están limitadas en volúmenes. Los yacimientos que teóricamente podrían entregar gas están a mayor profundidad (bajo 4 a 6 mil metros) y requieren de tecnologías avanzadas, aunque estos sean explorados por privados.

El Estado requiere tener capacidad tecnológica para controlar estos posibles nuevos yacimientos. Se ha cometido el error de despedir (“desvincular”) a los mejores especialistas que tenía ENAP en Magallanes. Existe falta de especialistas a nivel mundial y las grandes empresas procuran absorber a los pocos que hoy existen. Una perforación mal llevada, sin un control adecuado de yacimiento, complica la extracción de los hidrocarburos. Las reservas actuales y las que pudieran existir, si no tienen un control adecuado y permanente de yacimiento y una certificación de reserva, no permiten comprometer, en términos de volúmenes, los hidrocarburos que se puedan producir.

La falta de seguridad en la existencia de volúmenes suficientes de gas, explica la actitud de ENAP de no construir la planta de Etileno en Magallanes, a la que se comprometió públicamente el Presidente Ricardo Lagos durante su gobierno, sobre la base de los informes de la misma empresa. Sería interesante que ENAP informe si está entregando los volúmenes de gas comprometidos por contrato a Methanex y, al mismo tiempo, si estará en condiciones de entregar esos volúmenes y mantener la entrega de gas para el consumo de la ciudad en el período de invierno.

El aprovechamiento de los carbones es clave para una solución a mediano plazo, pero eso requiere una política agresiva de parte del Estado, para que asuma un papel de liderazgo que no deje las decisiones energéticas al juego del mercado. Como es lógico, los privados estarán mas interesados en obtener lucro que en buscar el bien común de la sociedad. El Estado tiene que velar por entregar energía en volumen y precio adecuados a la población y a los privados que tienen comprometidos sus capitales en los sistemas productivos del país.

En un artículo publicado por Standard & Poor’s, con el nombre de “Crisis Energética Mantiene a Chile Fuera de los Lugares de Crecimiento Regional”, Pedro Tuesta, analista, señala que va a ser bastante complicado que Chile mantenga un mayor crecimiento. La razón que esgrime es que no se puede producir en mayor cantidad si no hay energía. Como se sabe, la mayor parte de la energía proveniente de hidrocarburos se importa. Las fuentes que abastecen o pueden abastecer al país, son poco confiables. Los casos están a la vista: la alimentación de gas a la zona central y el corte de gas a Methanex en Magallanes, como consecuencia de la decisión de los proveedores externos de este recurso.

El gobierno argentino ha tomado una decisión al respecto: toda la energía para ellos. Es lógico que quieran privilegiar el consumo de su población e industrias, frente al futuro mundial de los hidrocarburos. En otras palabras, todo para el consumo propio o para reserva, lo que es una medida inteligente.

En efecto, de acuerdo a los resultados obtenidos mediante la utilización de la metodología de King M. Hubber para el estudio de reservas petrolíferas, con sus modelos matemáticos, se concluye que se está llegando al “oil-peak”, representado con una curva lógica que tiene forma de campana, en la que ahora se comienza el descenso. Si a esto agregamos que el consumo energético aumenta año a año, vemos que la producción tiende a aplanarse y la demanda crece. Esto, en corto plazo significará que existirá gran escasez de combustible a base de hidrocarburos a nivel mundial.

Esto explica también el considerable incremento en el precio de los hidrocarburos. Es así que  Canadá, como resultado de este aumento, ha tenido que cerrar una planta de abono sintético. A la larga también repercutirá en el aumento de precio de los productos agrícolas. Uno podría preguntarse, a modo de disgresión, ¿estamos atentos para ver cómo, frente a esta situación, nos posicionamos con nuestro salitre?

El gobierno de Chile tiene que evaluar seriamente esta situación. El país no puede depender exclusivamente de energías provenientes del extranjero. No podemos competir con países que están en condiciones de comprar a cualquier precio la energía o de obtenerla por la fuerza. En el caso concreto de compras de Gas Natural Licuado (G.N.L) para alimentar la zona central, aunque se hayan firmado contratos, es razonable plantearse la duda. Tenemos el ejemplo de lo sucedido con Methanex, donde los proveedores de gas argentinos no han respetado los contratos existentes, ¿Qué ocurriría, si tenemos una Planta Gasificadora en Quintero y los proveedores de gas no respetan los contratos, por mejores precios, que pueden obtener en otros países?

Planteo las siguientes inquietudes:
 
•    ¿Qué política de gobierno existe para el futuro sobre esta materia?
•    ¿Es posible que exista crecimiento económico si el consumo de energía por habitante, que es una medida decisiva, no aumenta?
•    ¿Seremos capaces de enfrentar con decisión la regulación del transporte urbano, privilegiando a los de menor consumo energético por persona, como son el tren, metro, autobuses y penalizando el de los automóviles particulares, cuyo consumo es muy superior al del transporte público?
•    ¿Seremos capaces de planificar las grandes urbes para que los lugares de trabajo estén a pocos kilómetros de las poblaciones?
•    ¿Seremos capaces de descentralizar la producción, llevándola a regiones, para ahorrar energía?
•    ¿Seremos capaces de privilegiar el transporte de carga por mar o tren, que tiene un rendimiento energético muy superior a los camiones?
•    ¿Seremos capaces de paralizar las ofertas que se hacen en Santiago a los edificios en construcción para conectarse al sistema de gas, cuando no hay gas suficiente para la capital? Hay que considerar que durante el 2007 se hicieron conexiones a las líneas para 25 mil viviendas, entre departamentos y casas. ¿Quién controla esto? La falta de suministro puede ser una bomba de tiempo.
•    ¿Qué hará SERNAC si no se puede cumplir con los contratos de suministro? ¿Quién tiene la responsabilidad política de esto?
•    ¿La desregulación de este mercado ayuda o desordena la confiabilidad de la producción energética?
•    ¿Se ha considerado lo que ocurrió recientemente en California con la desregulación?
•    ¿Tenemos conciencia de que el precio de los hidrocarburos seguirá aumentando por la escasez que está sobreviniendo a nivel mundial, al disminuir las reservas y aumentar el consumo?

Si midiéramos el consumo de lo que significa el transporte por sectores de ocupación, nos encontraríamos con una tremenda sorpresa. Podríamos seguir haciéndonos preguntas pero la única alternativa de enfrentar todo esto es un trabajo sincronizado entre muchos entes estatales, apoyados por una EMPRESA DE ENERGÍA NACIONAL donde científicos, ingenieros investigadores y expertos a nivel nacional e internacional, junto a economistas y abogados, puedan diseñar las soluciones más adecuadas a mediano y largo plazo. Esta nueva entidad tendría la responsabilidad de ejecutar la política y estrategia de desarrollo definida por los ministerios respectivos. Es una decisión política que atraviesa a los partidos políticos, a las autoridades y a las instituciones. No preocuparse en profundidad de este tema y buscar sólo soluciones parciales o de emergencia, nos puede llevar a una gran crisis.

Magallanes puede ser una respuesta importante a toda esta problemática a nivel nacional. Aquí existen varios tipos de energía, desconocidas para muchos y muy conocidas para quienes tienen determinado tipo de intereses en ellas. El ejemplo más claro lo tenemos en el carbón. En Magallanes existen dos tipos de carbones con grandes volúmenes de reserva:

•    El carbón subbituminoso de Isla Riesco; carbón de poco poder calorífico, pero con la característica que permite producir gas de síntesis y con el se puede alimentar a la planta de Methanex. El Estado asumió un compromiso con esta empresa cuando se instaló en Magallanes. Ahora tiene que ayudarle a resolver su problema al no disponer del gas argentino. Una posible solución, que mismo tiempo, podría serlo para el problema energético de la zona central, se podría obtener a través de la construcción por parte de ENAP de una planta de DiMetil-Eter, que usa el metanol como materia prima. Este combustible sustituye con éxito al diesel y su nivel de contaminación es bajísimo. Los volúmenes de metanol posibles de producir a partir del gas de síntesis proveniente del carbón, exceden largamente las necesidades del consumo nacional. Una planta de este tipo tiene un valor aproximado de entre 80 a 100 millones de dólares. Ocupar este carbón de Isla Riesco para calderas, constituye una falta de visión económica y política.

•    El carbón bituminoso de Dorotea; en Puerto Natales, por sus características es especial para calderas. No hay que olvidar que este yacimiento es la prolongación del que se encuentra en Argentina, en Río Turbio. Un tercio está en Chile y dos tercios en Argentina. Argentina construirá una planta a carbón generadora de electricidad de gran potencia (250 Megawatts) con alimentación directa desde la mina, sin cancha de acumulación. Todo esto permite un bajo costo de producción. No hay que olvidar que el 50 por ciento del costo de la energía producida por el carbón es el transporte. La Presidenta de Argentina, en Río Turbio, entregó el terreno para la planta y firmó el contrato con una empresa polaca, para la ingeniería, la fabricación, el montaje y la puesta en marcha de esta planta en 42 meses.

Otro antecedente que se debe conocer es que la Planta Termoeléctrica de Guacolda, en el norte de Chile, compra carbón en Río Turbio, transportándolo por un ferrocarril de trocha mediana por la pampa argentina hasta Río Gallegos, donde se embarca en puerto Loyola en naves de hasta 25 mil toneladas. Dicho puerto no tiene posibilidad para el ingreso de naves de más calado. Esto significa que esta nave da la vuelta por el Estrecho de Magallanes. En otras palabras, los costos de transporte son altísimos, lo que eleva el precio del K.W, producido.

Una parte importante de la solución para Chile sería la instalación de más plantas de generación en base a carbón, utilizando tecnología de última generación, de alto rendimiento, con un mínimo de contaminación. Para esto, se debería partir comprando carbón en Río Turbio y rápidamente abrir la explotación de Dorotea. Se tiene que sumar a esto el transporte marítimo en naves de gran tonelaje, que saldrían de Puerto Natales. Pero para que esto pueda ocurrir, al más breve plazo, habría que abrir el paso el Kirke, que permitirá el paso de naves de gran tonelaje que transporten carbón. ¿Qué pasaría si en todo el período de partida de la planta termoeléctrica de Río Turbio existiera energía sobrante y se ofreciera, por ejemplo, a un precio mucho menor el kw que hoy día pagan los habitantes de Puerto Natales? ¿Cuál sería la posición de las autoridades?

La energía que se ocupa en las ciudades y pueblos de Magallanes, en alumbrado, calefacción, e industria, debería ser eléctrica y generada en base al carbón. El precio de esta energía debería ser regulado por el Estado.  Por otra parte, al existir un excedente de producción importante, se puede garantizar a eventuales inversionistas interesados en instalarse con sus empresas e industrias en Magallanes.

El gas existente y las reservas que pudieran existir, deberían destinarse exclusivamente a la producción de metanol, que combinado con una planta de DiMetil-Eter anexa, permitiría garantizar a los habitantes de nuestro país que siempre van a disponer de la energía que necesitan.

En términos políticos ¿Quién se hace responsable si llega a faltar el gas para la ciudad de Magallanes? Esperemos la respuesta que dará ENAP con respecto a lo que está produciendo diariamente hoy día y por cuanto tiempo será capaz de mantener dicha producción.

Las inversiones que se hacen hoy día por ENAP y también por privados, en la búsqueda y explotación de hidrocarburos, tienen un tiempo indeterminado de desarrollo, antes de que estén en condiciones de producir los volúmenes que se requieren.

Finalmente y con una clara visión de futuro, es conveniente considerar que existe una fuente energética en Magallanes de enorme importancia y significado a mediano plazo. Me refiero al aprovechamiento de la energía proveniente de los cambios de marea y, por lo tanto, de corrientes,  que se producen en el Estrecho de Magallanes.

Estudios teóricos, hechos por ingenieros hidráulicos de reconocida capacidad, permiten afirmar que la energía potencial obtenible de dichas corrientes satisfaría todo el requerimiento eléctrico de varios países de nuestro continente.

La tecnología y equipos necesarios que permitirían explotar esta energía natural, renovable y no contaminante, está siendo desarrollada y producida en Inglaterra.

Con esta poderosa herramienta se podrían establecer negociaciones en el tema energético con Argentina, con evidentes ventajas recíprocas en acuerdos validados internacionalmente. 

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Lautaro Poblete Knudtzon-Trampe
Ingeniero especialista en Hidrocarburos
Punta Arenas, Enero 2008
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