Más o menos allá por el mayo francés –en España tardaría mucho en llegar la alegre primavera-, nuestro joven, ya inconfundible, disfruta de la vida familiar. El ceño fruncido le delata. Aquí le pueden ver junto a sus hermanos.
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Estamos seguros de que, a e estas alturas, ya saben quién es el personaje, pero seguiremos con el juego porque las fotos de las que disponemos lo merecen. A fin de cuentas, nuestro niño llegó a tener mucho poder en España y a sentarse, incluso, en el Consejo de Seguridad de la ONU. Nuestro niño, hecho ya un hombrecito, sigue con su afición al agua, pero ahora en la playa.
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Y como estamos seguros de que ya saben quién es, les mostramos esta otra imagen, ya más mayorcito y con su inconfundible mostacho, junto a la que fuera su novia y luego su mujer. Por cierto, que ella fue el personaje de nuestro juego de ayer.
Aquí los tienen años después a ambos, entre besitos y arrumacos.
Si (
No(
