www.diariocritico.com

Una homilía

lunes 11 de febrero de 2008, 12:45h
   Celebraba el domingo la misa en una parroquia de Madrid un joven misionero en un país islámico, donde hay un millón y medio de católicos. En la homilía nos pidió que rezásemos por esos hermanos en la fe, para que se mantuvieran fuertes y fieles. Y nos contó, sin adjetivos, la siguiente historia recentísima: un muchacho católico fue a beber agua en una fuente. Un grupo de jóvenes musulmanes, que salía de una madrasa (escuela que enseña la sharia o ley islámica), lo acusó de robar agua. Él se defendió diciendo que era cristiano, que los cristianos no roban, y que sólo había bebido agua de una fuente pública. Entonces fue agarrado y llevado al interior de la madrasa, donde lo mantuvieron colgado y sometido a tortura durante cinco días. Al cabo de ese tiempo, como el chico estaba muy mal, llamaron a un médico. Ningún hospital se quiso hacer cargo del agonizante, que fue abandonado y recogido por personas de la comunidad cristiana. Se le contaron hasta treinta y ocho cuchilladas. Falleció a las pocas horas. Hasta ahora, a pesar de las denuncias, nadie ha castigado a nadie por esos hechos.

   Muchos musulmanes, al igual que ocurría en la Alemania nazi, prefieren no querer saber y miran a otro lado. Otros reprueban estas conductas, pero mantienen enteramente vivo el objetivo de conquistar Europa, empezando por Al Aldalus, esto es, por España. Uno de ésos, amigo personal del misionero, le decía: "Al Andalus volverá a ser islámica, y no os tendremos que conquistar, sino que os compraremos, porque vosotros ya no tenéis más dios que el dinero, y con vuestro dinero, que nos dais por el petróleo, os compraremos sin tener que combatir".

   Bajo el impacto de esa homilía pongo la televisión, y oigo que Rodríguez Zapatero ha dicho que la cuestión de la inmigración no debería ser objeto de debate electoral.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios