Según informó la Ertzaintza a Europa Press, el ataque se llevó a cabo a las nueve y cuarto de la noche. Varios encapuchados armados con martillos obligaron al conductor de un autocar a abandonarlo y seguidamente le prendieron fuego rociándolo con líquido inflamable que portaban en un bidón.
Las llamas calcinaron totalmente el autobús y afectaron también a seis vehículos estacionados junto a éste, que sufrieron importantes daños. Al lugar acudieron bomberos que extinguieron el incendio, en el que no hubo daños personales.