Tanto los centros de reclutamiento como los miembros de la policía y del ejército son blanco frecuente de los ataques de los rebeldes armados que luchan contra la autoridad del Estado.
Entre el 2 y el 8 de noviembre, un total de 39 policías fallecieron y 170 resultaron heridos en varios ataques en Irak, según el portavoz del ministerio iraquí del Interior, el general Abdel Karim Jalaf.
Por otra parte, el líder espiritual del Tíbet en el exilio, el Dalai Lama, pidió este domingo clemencia para el ex presidente iraquí Sadam Husein, condenado hace una semana a morir en la horca.
"Se dice que la pena de muerte cumple una función preventiva, pero claramente es una forma de venganza", dijo el premio Nobel de la Paz a periodistas al terminar una visita de dos semanas a Japón.
"Por más horrible que sea el acto que una persona haya cometido, cada uno tiene el potencial de mejorar y corregirse", añadió. "Espero que en el caso de Sadam Husein, como en otros casos, la vida humana sea respetada", acotó.
Una corte iraquí sentenció a Sadam, derrocado en abril de 2003 por una invasión liderada por Estados Unidos, a morir en la horca por la matanza en los años 80 de 148 civiles chiitas en el poblado de Dujail, al norte de Bagdad, en represalia por un intento de asesinato cuando el ex presidente viajó a la zona.
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha expresado su deseo de que Sadam sea ahorcado antes de fin de año.
El Dalai Lama ha sido crítico de la invasión de Irak dirigida por Estados Unidos pese a su buena relación con el presidente estadounidense, George W. Bush, que se ha reunido con él desafiando a China. China, que envió tropas al Tíbet en 1950, acusa al monje budista de ser un "separatista" y se opone a sus frecuentes viajes al exterior.
El Dalai Lama ha indicado que sólo busca una mayor autonomía de la región de los Himalayas dentro de China y que se opone a toda forma de violencia. Se exilió en India en 1959.