Evo teme un Kosovo

Evo Morales teme que el 'efecto Kosovo' se expanda por cuatro de los nueve departamentos en que se divide Bolivia y que llevan manifestando desde hace unos meses su interés por la autonomía con respecto a su Gobierno, e incluso la independencia. Por eso, el Ejecutivo de La Paz no ha reconocido la creación de Kosovo como país independiente, según ha confesado el canciller David Choquehuanca.

A Evo le ha entrado, pues, miedo a probar el jarabe de la misma medicina que él mismo ha prescrito en otras ocasiones, especialmente cuando era líder opositor indigenista y defendía el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Incluso en una ocasión, poco antes de su primer viaje oficial a España ya como presidente de Bolivia, llegó a "comprender" ante la prensa boliviana la lucha de la banda terrorista ETA por la independencia de Euskadi.

La "balcanización" de Bolivia no es probable. Pero uno de esos cuatro departamentos que quieren dejar de depender administrativamente de La Paz es Santa Cruz, una de las zonas más pobres, pero también más importante del país, donde trabaja desde hace casi 20 años el sacerdote español Nicolás Castellano, que dimitió de su cargo de obispo de Palencia para trabajar "contra la ignominia de la pobreza". Castellano es Premio Principe de Asturias de la Concordia.

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