700.000 euros para prevenir incendios en la Casa de Campo

La Casa de Campo es un parque forestal de 1.722 hectáreas de superficie y cuenta con una importante masa arbórea de pinos y encinas, así como frondosas en los arroyos y paseos. Debido a estas características, durante la época estival existe riesgo de incendios forestales, por lo que es necesario disponer de un operativo específico para hacer frente a estas situaciones.

Por ello existe una red de vigilancia formada por dos torres con servicio las 24 horas y en las que trabajan tres retenes forestales de 'pronto ataque', integrados por un equipo de 27 personas y diez vigilantes para las torretas.

Dichos retenes están equipados con tres autobombas forestales, un camión y dos vehículos todoterreno de extinción, lo que les permite estar preparados para intervenir en cada incidencia con un tiempo de respuesta inferior a diez minutos. Así, la tarea preventiva, que tiene como objetivo romper la continuidad del combustible vegetal, se acomete mediante la creación de barreras que dificultan la propagación del incendio, tanto horizontal como verticalmente.

Estos equipos se ocupan también de las labores de prevención de incendios con rutas de vigilancia y disuasorias por toda la Casa de Campo, especialmente en las zonas de mayor afluencia de público. El Servicio de Defensa contra Incendios Forestales complementa durante la época de máximo riesgo de incendios los trabajos que desempeñan a lo largo del año el personal municipal, tales como podas de la vegetación arbórea, tratamientos selvícolas y desbroces. La puesta en marcha de este servicio ha permitido lograr en los últimos cuatro años una importante disminución de la superficie afectada por incendios en la Casa de Campo.