En la rueda de prensa que ofreció en el Congreso tras reunirse con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, Revilla agradeció su paisano y "amigo personal" que le haya incluido en la ronda de contactos que ha abierto con las formaciones políticas y calificó de "cordial y distendido" el encuentro.
El presidente cántabro recordó que, aunque desde el principio dio un margen de confianza al Gobierno para que buscara la paz, porque, en su opinión, eso es lo que hay que hacer con cualquier Ejecutivo, siempre fue pesimista y pensó que el proceso no acabaría bien.
De hecho, admitió que los datos que alentaban el optimismo del Gobierno y que conoció hoy por boca de Rubalcaba a él no le hubieran llevado a la misma conclusión porque, además del rebrote de la kale borroka, el robo de armas y el hallazgo de zulos, los terroristas no son interlocutores "normales", sino gente de "muy escasa fiabilidad", "enloquecida" y "psicópata" como, en su opinión, evidencia el contenido de su último comunicado.
Una "sorpresa mayúscula"
En este contexto, Revilla detalló que, según le expuso el ministro, el atentado de Barajas supuso una "sorpresa mayúscula" tanto para el Gobierno como para las Fuerzas de Seguridad porque un acto así era "inimaginable".
Una vez que el Gobierno ha proclamado la "ruptura total" del proceso y el que propio ministro le ha asegurado que "esta historia está enterrada", el presidente cántabro defiende la aplicación del Estado de Derecho a los terroristas "con todas sus consecuencias" para "acabar con ellos con todos los procedimientos legales".
Para Revilla, cualquier otra posibilidad de volver ha hablar con ETA debería tener como condición previa la "entrega de armas en fila india". En este punto, señaló que el ministro le había adelantado que la intervención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el próximo lunes en el Congreso, iría en esa línea.
Batasuna ilegal si no condena
También demandó que "nadie piense en legalizar" a los "etarras de corbata y restaurante" que, desde su punto de vista, componen Batasuna porque eso generaría "alarma social". Según explicó, Rubalcaba le ha garantizado que la coalición ilegalizada no tiene ninguna posibilidad "ni directa ni indirecta" de presentarse a las elecciones salvo que se desvincule de ETA y condene los atentados.
Revilla dedicó una parte de su comparecencia a reclamar "esfuerzos" para lograr la unidad de todos los partidos en este terreno y se mostró convencido de que al final "el pueblo español", que, según apuntó, es el "más antibelicista del mundo porque tiene memoria histórica" exigirá "coherencia" a las formaciones políticas y forzará la consecución de ese consenso.
En este sentido, invitó al PP a reflexionar sobre el hecho de que la lucha antiterrorista no debe ser un objeto de "confrontación electoral" y, aunque admitió que este asunto da "réditos electorales", pidió que se abandone la "tentación" de utilizarlo con ese fin. En cualquier caso, reconoció que Rubalcaba no se había mostrado "demasiado optimista" sobre un cambio de actitud del PP.
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