El Gobierno ecuatoriano espera que la Organización de Estados Americanos (OEA) condene a Colombia por incursionar en su territorio y que cese la "arremetida mediática" que intenta vincular a Ecuador con las FARC.
Esa postura será expresada en la reunión de cancilleres de la OEA que se celebrará mañana en Washington por parte de la ministra ecuatoriana de Relaciones Exteriores, María Isabel Salvador.
La canciller ecuatoriana viajó hoy mismo a la capital estadounidense para encabezar la misión diplomática de su país, integrada también por los subsecretarios de Relaciones Multilaterales, Emilio Izquierdo, y de Soberanía, Jaime Barberis.
Ecuador exigirá que la OEA "condene" a Colombia, o al menos reproche el ataque, indicó a Efe una fuente de la Cancillería en Quito, tras comentar que, en el fondo, "el principal objetivo es que nunca más se produzca un hecho similar".
El pasado 1 de marzo la Fuerza Aérea Colombiana bombardeó la zona ecuatoriana de Angostura, en plena selva amazónica, para destruir un campamento clandestino de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Luego del bombardeo, tropas del Ejército colombiano ingresaron en Angostura y se llevaron dos de los 26 cadáveres que dejó la acción militar, uno de ellos del portavoz internacional y considerado "número dos" de las FARC, alias "Raúl Reyes".
El suceso generó una dura polémica entre Quito y Bogotá que se zanjó el pasado día 7, durante la Cumbre del Grupo de Río, en República Dominicana, donde el Gobierno colombiano pidió disculpas sin atenuantes a Ecuador y ofreció nunca más repetir una acción militar en territorio vecino.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aceptó las disculpas de su colega colombiano, Álvaro Uribe, que le ha pedido que normalice cuanto antes las relaciones diplomáticas rotas al día siguiente de la incursión por decisión de Quito.
Según la Cancillería ecuatoriana, la violación del territorio nacional por parte de Colombia es un hecho innegable y por ello Quito espera obtener en la OEA una nueva victoria diplomática sobre Bogotá.
No obstante, Correa advirtió este sábado que los "poderosos de siempre" intentarán justificar en la OEA la agresión colombiana, en una acusación explícita a Estados Unidos, que ha apoyado al Gobierno de Uribe.
Correa dijo ayer que "hay que ver qué pasa el lunes en la OEA", pues señaló temer de que allí puedan surgir los "poderes de siempre respaldando al agresor".
El Gobierno ecuatoriano, que recibió el respaldo regional durante la Cumbre del Grupo de Río por la incursión de tropas colombianas, espera que la OEA ratifique el rechazo a la acción militar colombiana, aunque si ello no ocurre, Ecuador podría acudir a otras instancias internacionales, según la canciller Salvador.
Pero la tensión, lejos de disminuir, ha ido "in crecendo", por lo que Quito considera una "arremetida mediática" de Colombia las declaraciones que buscan vincular al Gobierno de Ecuador con las FARC.
Ecuador está "bajo otra agresión y ante una maquinaria propagandística gigantesca", a criterio de Correa, que presume que con esa acción se pretende involucrar a su país con el Plan Colombia, una estrategia anti-subversiva financiada por EE.UU.
Correa considera que se trata de "una campaña tremenda de desprestigio" contra su Gobierno, a la que se ha unido el presidente estadounidense, George W. Bush, quien ha expresado su preocupación sobre la presunta "permisibilidad" de Ecuador en favor de las FARC.
Además, Correa hizo una analogía sobre la incursión colombiana con lo que ocurre la frontera entre España y Francia por las acciones del grupo separatista vasco ETA.
"Es como si ustedes, hermanos españoles, porque hay etarras que se refugian en Francia, acusen a Francia de ser cómplice de los etarras y bombardeen Francia... ¡Imagínense!", expresó Correa.
Para el mandatario ecuatoriano la situación es muy clara, y si todo marcha dentro de la línea de la justicia y la verdad "el mundo sabrá que Ecuador es un país de paz" y que el verdadero problema "está en Colombia", precisó.
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