El presidente Alan García ha quedado como el único mandatario que le ha mostrado su apoyo al régimen comunista de China en su brutal represión contra los tibetanos que exigen mayor autonomía.
"Perú (...) está consciente de las razones que están detrás de la reciente violencia en Lhasa (...).
El pueblo peruano siempre estará al lado del pueblo chino y apoya firmemente a China en la causa justa de la soberanía nacional e integridad territorial", dijo el presidente Alan García el 20 de marzo pasado tras reunirse con el primer ministro chino Wen Jiabao en Pekín, a donde fue a negociar un TLC con la potencia asiática, reveló el periodista Luis Jaime Cisneros en
un artículo publicado en el diario Perú21.
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García resulta hoy el único mandatario del mundo en reconocer la represión china, en momentos en que Estados Unidos -que mira con un ojo al presidente Hu Jintao y con el otro su política comercial con el gigante asiático-, Gran Bretaña, Alemania y el Vaticano instan a Pekín a que deje de lado la mano dura y dialogue con el Dalai Lama", indica el texto.
La noticia
ha rebotado con fuerza en los blogs peruanos más influyentes, que han cuestionado la ligereza (¿o no?) del Presidente al alinearse con un gobierno acusado de violar las libertades individuales de sus ciudadanos (hasta el You Tube está censurado) y que es capaz de repeler las manifestaciones de los tibetanos. Es decir, que viola derechos humanos.
Más aún, el blogger
Andrés Paredes (Fabber) puso en evidencia la incoherencia de la política exterior peruana, que apoya a China enarbolando la bandera de la "integridad territorial", pero que reconoció hace poco la independencia de Kosovo.
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¿Dónde está la consistencia de nuestra Cancillería? El Perú así acaba ignorando la ocupación militar por 50 años de un país con una rica cultura y con el estatus de ser una suerte de Estados Pontificios del Extremo Oriente, pero sí avala la separación artificial de una región que no solo jamás fue independiente (Kosovo) sino que durante 700 años fue el núcleo histórico de Serbia", señaló.
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El intercambio comercial entre el Perú y China que ha alcanzado los 5,292 millones el año pasado
no puede justificar pasar por alto violaciones a los derechos humanos cuestión que, ni siquiera Estados Unidos se atreve a hacer siendo el primer país que abrió las puertas al comercio con China", escribió por su lado la ex ministra de la Mujer, Susana Villarán, en su blog.
La Cancillería no se ha pronunciado al respecto. ¿Lo hará?