El presidente colombiano Alvaro Uribe, subrayó este viernes que no desmilitarizará zona alguna del país para negociar un intercambio de rehenes por guerrilleros presos, como lo piden las FARC, porque eso sería un 'espuelazo' a su política de seguridad democrática.
"Un despeje puede ser un espuelazo que le de el terrorismo a la Seguridad Democrática, puede ser el oxígeno a esa culebra para que se reviva", precisó Uribe al responder inquietudes de estudiantes de una universidad en Bogotá.
La declaración fue formulada un día después de que se conociera un escrito del llamado canciller de las FARC, Rodrigo Granda, en el que asegura que sólo un canje humanitario posibilitará la libertad de un grupo de 39 rehenes, entre ellos la ex candidata presidencial colombo francesa, Ingrid Betancourt.
Las FARC condicionan el canje a la desmilitarización de dos municipios del suroeste colombiano.
En ese sentido, el mandatario dijo este viernes que el grupo rebelde siempre han puesto trabas a un intercambio humanitario, proponiendo condiciones inalcanzables.
"Siempre lo que han propuesto como condición esencial, es una condición para no negociar", anotó, tras señalar que las FARC proponen la desmilitarización "a sabiendas de que este gobierno no la puede aceptar".
Igualmente, calificó de "imposible jurídico", la liberación de los jefes rebeldes 'Simón Trinidad' y 'Sonia', presos en Estados Unidos, como otra de las condiciones para el intercambio de los 39 rehenes por unos 500 guerrilleros presos
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