El socialista José Luis Rodríguez Zapatero expresó este martes su deseo de iniciar un "nuevo capítulo" en las relaciones con Estados Unidos en la legislatura que ahora comienza, en la que Iberoamérica ocupará una posición relevante en las prioridades de España.
"Con EEUU quisiéramos abrir un capítulo nuevo en nuestras relaciones, mirando al futuro, desde el respeto mutuo para encarar juntos los retos comunes e intensificar nuestra cooperación", dijo Zapatero en su discurso de investidura.
Rodríguez Zapatero intervino este martes ante el Congreso de los Diputados (Cámara baja) en la sesión que debe votar su investidura como jefe del Ejecutivo español.
Sobre Iberoamérica, el líder socialista señaló que "trabajaremos para consolidar allí la democracia, para fortalecer la cohesión social", así como para "luchar contra la desigualdad y la pobreza en esa región".
Por otra parte, Zapatero dijo que promoverá medidas que incentiven el regreso a sus países de los inmigrantes que pierdan sus empleos.
En su intervención ante el Parlamento, que comenzó con el anuncio de una batería de iniciativas para contrarrestar la desaceleración económica, Zapatero se refirió a la inmigración como "una oportunidad", siempre que sea "regulada y organizada", y añadió que el cambio de ciclo económico hace necesarias nuevas medidas.
"Tendremos que promover fórmulas nuevas que incentiven a los inmigrantes que puedan perder su trabajo a volver a su país para desarrollar allí definitivamente su vida", dijo el líder socialista.
Zapatero adelantó como "vías que el Gobierno va a explorar con carácter inmediato" la capitalización de la prestación de desempleo que hayan generado durante sus años de cotización a la seguridad social española y la concesión de micro-créditos.
El presidente del Gobierno en funciones rechazó que la inmigración sea vista "sólo como un problema" y explicó que su "idea de España" incluye a los inmigrantes que "con su trabajo contribuyen ya a nuestra riqueza social, económica y cultural".
"Es el trabajo lo que posibilita la integración del inmigrante, lo que le permite convertirse en un componente más de una colectividad, provisto de derechos y obligaciones", añadió Zapatero, quien aseguró que "la inmensa mayoría" de los extranjeros que han venido a España en los últimos cuatro años lo hicieron legalmente.
Recurrió a los análisis de los expertos para subrayar que "la inmigración se ha convertido en España en un fenómeno estructural y no coyuntural, que juega un papel fundamental en nuestro crecimiento económico y en la sostenibilidad de nuestro modelo social".
Esto es así, añadió, "hasta el punto de contribuir a hacer sostenible nuestro sistema de pensiones".
Su política de inmigración en los próximos cuatro años incluirá también una mejora de los controles de entrada y de los procesos de expulsión y repatriación de los inmigrantes en situación ilegal, con más medios para combatir las redes de tráfico de personas.
En este sentido, dijo, "seguiremos reclamando y obtendremos la solidaridad de la Unión Europea", porque "quien llama a nuestra puerta, está llamando también a entrar en la Unión Europea; por eso, la protección de nuestras puertas concierne a toda Europa".
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