Son 37 y el Gobierno vasco las ha reclamado sin éxito desde hace años. La última llegó en 1999, cuando el entonces Gobierno popular traspasó al País Vasco la gestión de la Autopista A-8. Desde entonces, las 37 competencias recogidas en el Estatuto de Gernika que siguen pendientes de transferir parecen haber entrado en dique seco y ni siquiera existe una negociación formal entre ambos Ejecutivos para su cesión futura. Desde 2003, el lehendakari incluye en las Cuentas Vascas un anexo con el dinero que destina a financiar esas 37 materias que el Estado no transfiere y, a día de hoy, la deuda para con Euzkadi alcanza los 1019,3 millones de euros.
Durante años, la reclamación de estas 37 competencias pendientes ha sido una máxima en el discurso del Gobierno vasco y desde 2003, como medida de presión al Estado o, simplemente, para dejar constancia de ello, el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe, a iniciativa del propio lehendakari, decidió incluir en los Presupuestos Generales del País Vasco un anexo con el montante económico que destina, de sus recursos propios, a financiar unas competencias que le corresponden y que no tiene todavía.
En las últimas Cuentas Vascas aprobadas, las de 2007, esta cantidad ascendía a 237 millones de euros -el proyecto de presupuestos para 2008 se hizo público con su consiguiente anexo al respecto-; y desde el primer año que se empezó a contabilizar este gasto, 2003, la suma acumula ya los 1019.3 millones de euros (con 168,4 en 2003;183 3 en 2004; 200,6 en 2005; y 203 en 2006).
A través del Cupo
El primer anexo de este tipo aprobado por el Parlamento Vasco ya apuntó que “el importe económico de tal aportación debería reducir la cuantía del Cupo a pagar al Estado”.
Estas inversiones que han venido desarrollando las Instituciones vascas han tenido como objeto materias como la Protección al Empleo, la Reinserción de personas desempleadas, la Formación ocupacional y continua, la Asistencia sanitaria y social en los centros penitenciarios, la Promoción empresarial, la modernización tecnológica, el apoyo a las Pymes o el I+D.
Según la Administración vasca, de no haber afrontado estos gastos en dichas materias, “en la actualidad la sociedad vasca no disfrutaría de los niveles de bienestar, calidad de vida y prestación de servicios que obtiene de sus Instituciones de autogobierno”.
Pero, esta cantidad no se acerca al cómputo total del coste económico que ha tenido para Euzkadi la no cesión de transferencias por parte del Estado. Y es que, además contabilizar el dinero invertido en las materias pendientes de transferencia, habría que computar también el coste económico que ha supuesto para el País Vasco la falta de desarrollo íntegro del Estatuto.
Sobre esta cuestión, la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, apuntó recientemente en una comparecencia pública que, sólo con la transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, recogida en la Carta de autonomía, Euzkadi habría duplicado su presupuesto en 2007; es decir, casi 8.000 millones de euros más.
Pero tampoco con esto se lograría una factura global de lo gastado o no ingresado por Euzkadi en estos 28 años de vida del Estatuto. Habría que contabilizar, además, todas aquellas materias que los vascos han pagado de manera duplicada. Por ejemplo, las políticas públicas de I+D que se desarrollan en Euzkadi sin tener transferida la competencia y que se financian con recursos propios sin dejar de pagar al Estado su porcentaje correspondiente, a través del 6,24 del Cupo.
Zenarruzabeitia se entrevistó recientemente con la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, y puso sobre la mesa la necesidad de que se transfieran, al menos, 8 competencias que el Ejecutivo vasco considera “prioritarias”. La reunión terminó sin frutos y sin visos de ser retomada. Salgado, de visita en Barakaldo, tendió la mano a revisar las transferencias pendientes, siempre que exista “consenso” previo para ello. Es decir, nada con sifón.
Si (
No(
