El circo de Rajoy

  Esta visto que Mariano Rajoy no va a poder disfrutar ni siquiera del "puente de mayo" para descansar. Por aquello del que dirán se ve obligado a hacer acto de presencia en la Fiesta de la Comunidad de Madrid. Por si fuera poco Eduardo Zaplana le ha dejado plantado, porque ha fichado por Telefónica y se va a convertir en uno de los ejecutivos mejor pagados de España. Además cada día que pasa la incomodidad de Manuel Pizarro es más evidente. El ex presidente de Endesa no termina de encontrar su lugar ni en el Grupo Parlamentario Popular ni en el Parlamento. Pero esto, todo hay que decirlo, no es solo culpa de Mariano Rajoy sino del propio Pizarro. ¿Quién le aconsejo que diera ese salto al vacío aceptando ir en las listas del PP?

   En realidad Pizarro debería de enfadarse con sus "promotores", con quienes le animaron a que se metiera en política convenciéndole que iba para Vicepresidente económico del Gobierno. Manuel Pizarro se equivoco. Si quería ser vicepresidente debería de haber esperado a que el PP ganara las elecciones para ir al gobierno pero no dar por cazado al oso antes de la cacería.

   Pizarro está y seguramente se siente fuera de lugar, ¿qué pinta él, que no es un político, en el Parlamento? Lleva demasiados años mandando, y mandando grandes empresas, por ejemplo Endesa. Lleva demasiados años siendo él el jefe, el máximo jefe de sus empresas. Lleva demasiado años haciendo y deshaciendo según su conveniencia, y claro un partido político y un grupo parlamentario es muy distinto a una empresa sobre todo si eres uno más.

   Pizarro rechaza lo que le ofrecen porque lo que le proponen no le tienta.¿Cómo le va a tentar ser portavoz de una comisión o vicepresidente de otra? Lo que resulta sorprendente es que él que es un tiburón de las finanzas no hubiera previsto un 'plan B', me refiero a que no hubiera previsto que el PP tenía muchas papeletas para perder las elecciones.

   De manera que Pizarro en alguna medida es también responsable de la situación en que se encuentra. Ahora bien, cada día que pasa el liderazgo de Rajoy está más cuestionado por más que a la desesperada obliga a los líderes de su partido a "retratarse" para que le apoyen. Está claro que un sector importante del PP no le ve como su jefe, y que aunque en el congreso de junio resulte elegido continuara siendo un líder frágil. Mientras en el PSOE se frotan las manos ante el espectáculo. No es para menos, Zapatero está de suerte.