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San Isidro consagra el toreo puro de Miguel Tendero

San Isidro consagra el toreo puro de Miguel Tendero

· Pobre balance artístico y ganadero en la primera semana del abono venteño

jueves 15 de mayo de 2008, 10:29h
El toreo puro, eterno y olé. Es el que ha cascabeleado en la primera semana del ciclo isidril Miguel Tendero. El albaceteño, que se presentaba en Las Ventas, sorprendió a quienes no conocían su calidad con un balance estadístico de oreja en uno de sus bicornes y vuelta en el otro. También cortaron un trofeo, de menor fuste, otro novillero albaceteño, Rubén Pinar, y los matadores Diego Urdiales, Joselillo y Antonio Ferrera.
La Feria de San Isidro presenta, en su primera semana, un pobre balance general en cuanto a coletudos y ganaderías, algo tristemente habitual en los últimos lustros. A la espera de la aparición de las figuras, frente a bicornes de hierros comerciales y en mejor momento que la mayoría de los anunciados hasta ahora, lo más trascendente, clásico y artístico lo ha desarrollado Miguel Tendero.

Sobre la base del dominio -su flámula era a la vez látigo y caricia en los inicios de sus dos faenas fente a novillos de Montealto el pasado lunes 12-, el temple y la ligazón de los pases en un rodalico, el albaceteño construyó dos labores que rozaron la matrícula en algunos momentos. Mayormente cuando floreó su toreo al natural, con pases largos y mandones taraceados de arte. Casi 'na'. En los tendidos, y con razón, se le comparaba con el 'rey de la izquierda', táurica, por supuesto, Manuel Jesús 'El Cid'.

Pero Tendero, que ya había ganado el concurso 'La Oportunidad' de los mejores alumnos de Escuelas Taurinas Vistalegre el año pasado y la campaña de 2007 alcanzó varios sonados triunfos, también nos festonéo los sentidos con verónicas de alhelí y medias belmontinas. Por fortuna para él, también acertó en la suerte suprema, que tantos otros éxitos estadísticos le había robado, y el santo patrón de Madrid que da nombre a la Feria le consagró.

Esa misma tarde, frente a un encierro con casta en diversos grados y movilidad, también se llevó un trofeo su colega y paisano Rubén Pinar, más por su madurez, soltura y técnica que por los quilates artísticos de su labor. Pero, atención también a este otro manchego que ya sabe lo que es sumar orejas en Madrid varias veces, Sevilla, Nimes, Valencia y otras plazas de Primera categoría.

Las excepciones de Ponce y José Tomás


Con la excepción de un entregado y populista Antonio Ferrera, un Diego Urdiales muy clásico y ortodoxo y un Joselillo que derrochó testosterona (esta terna premiada parigualmente con una oreja en sus respectivas tardes), el resto de coletudos han pasado más bien de puntillas. Y aunque pudieron estar mejor, también en líneas generales los bicornes lidiados hasta ahora no han llegado en general al nivel mínimo de aprobado en cuanto a casta y fuerza.

Ahora comienza el desfile de figuras, todas las cuales sufrirán el examen de la exigente afición venteña, y que harán varios paseíllos. Excepto dos: Enrique Ponce, que como suele tener por costumbre sólo actúa una tarde, y José Tomás, que viene en la Feria del Aniversario y el 15 de junio fuera de abono en dos carteles que ha impuesto y que son impropios de su categoría porque, a diferencia de El Juli, El Cid, Perera, Morante, no va a competir con ningún otro de los mandamases del escalafón. El de Galapagar, venir a la Feria viene, pero...
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