De Arístegui, que en las últimas semanas se viene distinguiendo por sus críticas a la actación de la dirección del PP, se sentó esta tarde en su escaño para asistir a la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, en la comisión correspondiente.
El diputado 'popular', ocupó su sitio y a su lado nadie se sentó, hasta que se le acercó otra diputada del PP. "¿Estás solo?", le preguntó. "Sí, soy el apestado de mi propio partido", respondió con sorna.
Eso sí, De Arístegui recibió un efusivo saludo del ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, quien también saludó al secretario de Exteriores del PP, Jorge Moragas.
Despúes, cuando comenzó la comparecencia de Moratinos, Arístegui ya tenía sentado a su izquierda al portavoz adjunto de Exteriores del PP, el catalán Francisco Ricomá, y detrás de él se colocó para escuchar su intervención el responsable de este área en la dirección nacional, Jorge Moragas.
Endurece su discurso con Rajoy
En declaraciones a la Cadena Ser, Arístegui advirtió de que "esta crisis de gestión política" que vive el PP "podría derivar muy bien en otro tipo de crisis" si no se ataja.
Así, aunque insistió en su "profundo respeto" y "admiración" por el líder de los 'populares', puso en cuestión su forma de llevar la situación. "Creo que justamente, esta gestión política que se esperaba de Mariano Rajoy, en algunas cosas se está equivocando profundamente", afirmó el diputado, que advirtió de que esta "crisis de gestión política no puede ni debe convertirse en una crisis ideológica, en una crisis política profunda".
En su opinión, aunque el PP debe hablar de su estrategia, de personas y de equipo, y "revisar" su política de comunicación, no debería hacer lo mismo con "el ideario, la ideología, los principios y los valores" a los que "algunas personas han empezado a dar vueltas" y que precisamente no forman parte de "lo que puede molestar del PP".
Marcha de San Gil
Para el portavoz 'popular' de Exteriores en el Congreso, el anuncio de San Gil de que abandonará la dirección del PP vasco es "motivo de reflexión y motivo de tristeza". En su opinión, ella es "un referente moral, ético y político del PP", con el que se identifican muchas personas, "no necesariamente votantes del PP".
Para Arístegui, aunque la reflexión interna es
"un proceso sano y saludable", la marcha de San Gil
"no es sano ni saludable, no es una buena noticia", ni para el PP
"ni para nadie que crea en la democracia y en la libertad en el País Vasco y en el resto de españa".
"Yo francamente pienso que esto ya empieza a complicar las cosas en exceso y esto nos tiene que llevar a una profunda reflexión. Esto no es el buen camino", afirmó.
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