Detenidos dos sexagenarios por estafar a otros ancianos

Las investigaciones comenzaron en abril del año pasado, cuando se detectaron varias estafas en la localidad de Rivas con un 'modus operandi' similar. Los estafadores utilizaban los documentos de identidad de terceras personas para la financiación de varios productos en centros comerciales, apertura de cuantas bancarias, solicitud de créditos y contratos de arrendamiento de fincas, que utilizaban para su propio beneficio y sin autorización de los legítimos dueños de la documentación.

   Los detenidos tenían una doble vida, con residencia en distintos barrios acomodados de la capital y contaban con chófer y criados. Simulaban un elevado nivel de vida económico, e incluso contaban con dos menores a su cargo que estudian en colegios privados de elite de Madrid.

   Las víctimas era personas muy mayores, por lo general solas, o que presentaban algún tipo de problema personal o familiar, que se prestaban a la estafa confiando en la buena fe de un matrimonio con una alta posición social y con aparentes contactos en la Administración.

   Gracias a esta coartada se ganaban la confianza de los afectados, convenciéndoles de que, con su documentación, y al tratarse de personas de avanzada edad, les podrían arreglar su herencia y las últimas voluntades, llegando incluso a simular enfermedades para aprovecharse de ellos.

   Según la Guardia Civil, los estafadores tomaban muchas precauciones en sus movimientos y no dudaban en huir una temporada a Portugal, país de nacimiento de la mujer detenida, si sospechaban de algún movimiento extraño en su entorno.

   A pesar de las medidas de seguridad que tomaban los estafadores, los agentes consiguieron detenerles esta martes. Se trata de L.G.F.F., español de 60 años; y  su pareja sentimental, M.G.C.L.B., portuguesa de 62 años de edad, detenida por los agentes de Rivas en dos ocasiones anteriores por hechos similares.

   Ambas cuentan con numerosos antecedentes por estafa, con la circunstancia de que la mujer se encontraba requisitoriada por un Juzgado de Madrid para su ingreso en prisión, y han pasado a disposición judicial hoy, acusados de sendos delitos de estafa, usurpación y falsificación de documentos.

   En el momento de su detención portaban la documentación de una nueva víctima y los recibos de compra de varios artículos, completando así una nueva estafa. Se calcula que los detenidos han podido llegar a estafar una cantidad superior a los 300.000 euros.