El debate en el senado dedicado al tema del "Régimen Fiscal de Petróleos Mexicanos" estuvo dividido entre quienes defienden las propuestas del Ejecutivo para realizar cambios fiscales que incentiven la inversión privada en el sector y quienes pugnan porque se reduzca a la paraestatal la carga hacendaria y pueda usar los recursos que ella misma genera.
Fluvio Ruiz Alarcón, físico por la UNAM con especialidad en economía en Londres y miembro del Obervatorio Ciudadano sobre Estudios de la Energía, criticó los cambios realizados en los últimos años al régimen fiscal de Pemex y los porpuestos por el Ejecutivo porque han mermado el desarrollo de la paraestal e inducen a que empresas particulares se apropien de la riqueza petrolera.
Advirtió que “Las petroleras son expertas en el reparto injusto de la renta y la evasión de impuestos, aprovechándose de la debilidad institucional y de funcionarios corruptos" y no hay garantía de que el Estado Mexicano pueda evitarlo si se aprueba la iniciativa presidencial.
Por el contrario, Jorge Chávez Presa, vocal de la Junta de Gobierno del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), aseguró que a Pemex no le faltan ni le han faltado recursos para su inversión; lo que requiere es una reforma a su régimen financiero que le permita funcionar como una empresa y dejar de estar "atrapada en un esquema de organismo público descentralizado".
Asimismo, el doctor en Economía y director corporativo de Finanzas de Pemex, Juan José Suárez Copel, sostuvo que la principal problemática de Pemex no se refiere en sí a la falta de recursos, sino a problemas de eficiencia operativa y capacidad de ejecución.
Recomendó tener un consejo independiente de la administración y que supervise y controle a la administración, apruebe la estrategia de la empresa, dicte reglas claras y flexibles para contratar y asociarse con terceros y evalúe y pueda cambiar a los directivos relevantes.
El economista Roberto Newell García, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), defendió también la propuesta del Ejecutivo y dijo que esta contiene "un régimen fiscal que manda los incentivos y estímulos correctos para el aprovechamiento de yacimientos cada vez más caros y difíciles de explotar y para recuperar aquellos campos que actualmente no operan porque no presentan condiciones económicamente atractivas", declaró.
El abogado y ex gerente fiscal de Grupo Pemex, Sergio Ramírez Martínez, consideró necesario realizar, en forma ligada a la reforma tributaria de Pemex, una reforma fiscal general, que disminuya la evasión y constituya un sistema impositivo más justo y más eficiente.
Mantener o incrementar la renta petrolera es alcanzable sólo con criterios de eficiencia, y que la falta de inversión de muchos años podría resolverse mediante una “bien adecuada mezcla de participación de Pemex y de la iniciativa privada”, dijo.
Por su parte, José Antonio Meade Kuribreña, subscretario de Ingresos de la SHCP, dijo que la iniciativa de reforma energética del Ejecutivo respeta los consensos alcanzados en el Congreso en 2005 y 2007 sobre el régimen fiscal de Pemex, que ya dan a la paraestatal la oportunidad de reinvertir mayores recursos y ahora busca acompañarla en retos de mayor dificultad, como la exploración en aguas profundas.
El especialista Herberto Bettinger destacó que la propuesta gubernamental para reformar el régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) está respaldada en el contexto en el que han sido implementadas adecuaciones considerando la importancia que reviste la participación de la paraestatal en el gasto público del país.
Mario di Costanzo, secretario de Hacienda Pública del "gobierno legítimo", afirmó que "a situación de Pemex y de esta industria (petrolera) es resultado directo del fracaso de este neoliberalismo pervertido que busca proteger a pequeños grupos de poder económico en detrimento del patrimonio nacional”.
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