El encuentro, en el que España conquistó la clasificación para la tercera final de su historia, tras ganar la de 1964 y perder la de 1984, tuvo una cuota de pantalla del 72,7 por ciento.
Además, el encuentro alcanzó su minuto de oro a las 22.26, cuando hasta 17.150.000 espectadores, un 84,1 por ciento de cuota de pantalla, presenciaron el gol de Silva (0-3), que sentenciaba el pase a la ansiada final del domingo.
Este pico supera el más alto hasta el momento, que se había establecido el pasado domingo, en los penaltis del encuentro de cuartos de final ante Italia, cuando más de 16 millones de espectadores vieron el lanzamiento decisivo de Cesc Fábregas, con más de un 80 por ciento de 'share'.