El líder del los populares apostó por un programa liberal y de centro, en el que desde la "moderación y la búsqueda de concordia" se convierta la libertad y la igualdad de los españoles en el "el principio conductor" de la política de su partido. Y explicó que de esta forma se podrá atender a los "problemas de los años de Gobierno del PSOE".
En este sentido, Rajoy destacó que en los últimos días en España han ocurrido cosas que "no pueden pasar en la Europa democrática y civilizada en la que estamos", como el hecho de que "sea separado el jefe antiterrorista del Gobierno"; que "haya un chivatazo" durante una operación policial para detener a terroristas o que -a pesar de haber una sentencia del Supremo sobre la organización juvenil de ETA- "se fuguen 19 de los condenados".
El líder del PP afirmó que la manifestación de la Guardia Civil -de la pasada semana- demostró que "algo pasa" en el Ministerio del Interior, preguntándose qué pasaría en Europa si un cuerpo Militar se manifestara criticando la política del Gobierno. Por ello, resaltó que con el PP habrá un Ministerio "como los que ha habido en los años en los que ha gobernado", en los que, aseguró, no hubo "gales, ni roldanes ni fondos reservados".
Asimismo, negó que la libertad sea un valor en retroceso, -en relación a los altercados de las semana anterior en la localidad madrileña de Alcorcón, y al movimiento 'okupa'-, y apostó por la seguridad como uno de los objetivos básicos del PP.
Un Gobierno que no arbitre
Por otra parte, Rajoy criticó la actuación del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, -en relación al Plan Hidrológico Nacional, que derogó en 24 horas sin proponer una alternativa- explicando que "no es un árbitro" sino que está ahí para gobernar y "si no, que se vaya a su casa".
En su crítica a la actuación del Gobierno, también se refirió a la Alianza de Civilizaciones, indicando que ése "no es el gran objetivo nacional", ya que lo importante es mejorar el nivel de bienestar y riqueza de la gente para estar a la vanguardia. Hecho por lo que explicó que la prioridad básica del PP es la política económica y social. Un objetivo, que añadió, no debe ser hacer frases sino "ir a más", porque el progreso "no se demuestra sólo con las grandes cifras".
El presidente del PP dijo que 200 años después de la Constitución de 1812, ofrecerá una alternativa mediante un programa liberal para España que sea "capaz" de atender los problemas de los años de Gobierno del PSOE. En este sentido, Rajoy indicó que luchará por una España que mire al exterior "desde la visibilidad de lo que es y aspira a seguir siendo", un país europeo y una democracia occidental comprometida con la seguridad, la paz y la prosperidad.
Un futuro de igualdad
Por ello, Rajoy apostó por empezar a hablar de futuro, presentando un documento "fruto del esfuerzo de mucha gente", pero que "no es el final del trabajo" sino el resultado de la primera fase y el pistoletazo de salida para la construcción de la alternativa al PSOE. Proyecto que afirmó es un proyecto político para todos, que beneficiará "a los fuertes, los débiles, los mejores, los que no lo son, los jóvenes, los mayores, los hombres y las mujeres", porque, aseguró, "nadie" quedará en el camino.
En este sentido, apostó por el diálogo y el consenso. Para ello, indicó que recuperarán "el espíritu de la transición", sin crear división entre los españoles, que ha sido "el principal error del Gobierno de España". Así, recalcó que pretende que formar un Gobierno que actúe con "rigor, sensatez y sentido común" y no "de ocurrencias como el que hay, porque es malo para España". Y concluyó afirmando que este programa es para que se cumpla, y aseguró que "yo voy a cumplir lo que digo".
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