El presidente de Canarias se descarta para la reelección

"Quedan abiertos muchos caminos. Y será el próximo Gobierno que obtenga la confianza de esta Cámara el que haya de recorrerlos. Yo no lo presidiré", dijo.

       Definió su gestión de honesta a pesar de "tanta confusión y maledicencia", también de responsable y eficaz porque no se ha perdido el tiempo en "alimentar la bronca para desgastar a nadie. Pero tampoco se ha callado en reivindicaciones muy claras. Y en reclamar del Estado para Canarias lo que la propia Europa ya le reconoce".

Para Adán Martín, su Ejecutivo ha hecho la tarea a pesar de que nadie logra el cielo en unos cuantos años. "Queda mucho por hacer. Pero tengo la convicción profunda, sincera, total, de que hemos avanzado por la dirección correcta".

El presidente del Gobierno canario explicó que deliberadamente no quiso hacer del debate sobre el Estado de la Nacionalidad ni una pantalla electoral del futuro candidato, ni una despedida porque aún quedan "cuatro meses de intenso trabajo a este Gobierno". Invitó, no obstante, a todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria a trabajar en unidad porque esta tierra "ha sido y es capaz de avanzar mucho en el futuro si hacemos de la unidad nuestra fortaleza y del trabajo nuestro método".

"En todo y cada de estos debates, y antes en los de presupuestos, he ofrecido lugares de encuentro, he buscado el entendimiento. Lo seguiré haciendo en los próximos meses y siempre", señaló el presidente, quien animó a los parlamentarios a "dignificar todo lo posible el debate político en este fin del trayecto de la VI Legislatura" porque aún quedan "muchas razones y argumentos que cruzar desde esta tribuna. Por eso esto no es -ni mucho menos-una despedida, sino una simple previsión del futuro próximo".

Adán Martín describió el último tercio del siglo XX en Canarias como uno de los periodos más apasionantes de toda su historia y resaltó que se afronta los primeros años del siglo XXI con unas expectativas de futuro "verdaderamente atrayentes si somos capaces de creer y empeñarnos en ellas". 

"Canarias entra en el siglo XXI recibiendo población en lugar de expulsándola, como había ocurrido durante cinco siglos, como consecuencia del crecimiento económico especialmente intenso de los últimos diez años. Del desgarro por la emigración de los que se marchaban hemos pasado a una constada preocupación social por la integración de los que llegan. Son dos símbolos que reflejan bien dos épocas bien distintas de bienestar y de progreso".