El Teatro Galileo de Madrid estrena mañana 'El arquitecto y el relojero', una obra basada en el texto del dramaturgo
Jerónimo López Mozo y dirigida por
Luis Maluenda que aborda "sin miedos" la memoria del franquismo. Maluenda afirma que el espíritu de esta obra es "afrontar sin miedos" la "reconstrucción de la memoria interior en memoria histórica", con la que "reivindicar justicia" para los oprimidos del franquismo, con independencia del debate político en torno a la Ley de la Memoria Histórica.
Mientras, López Mozo asegura que en su obra "siempre" ha querido "preservar la memoria histórica", tanto de los represaliados en el régimen franquista como de lo que supuso el exilio republicano en latinoamérica, como recrea otra de sus obras 'El olvido está lleno de memoria'.
Esta representación, que estará en cartel hasta el 25 de febrero, hará una gira de representaciones en Santiago de Compostela, aborda la reconversión de la antigua Dirección General de Seguridad del régimen franquista en la actual Puerta del Sol, en la que el arquitecto, mientras realiza un intenso estudio del edificio, se queda dormido en su interior.
A partir de este momento, la obra platea la ensoñación del arquitecto, a quien le empiezan a asolar diversas imágenes de los interrogatorios y arrestos de los opositores al franquismo, así como personajes oníricos como el que encarna el relojero. El reparto lo componen los actores Gary Piquer, Antonio Canal y Juan Carlos Gonzáles. Y en ella se ha planteado una escenografía que proyecten la "vivencia estética" que permita trasladar al espectador la "conciencia del sueño" y cómo éste se "torna en pesadilla".
Con este trama "el público tiene el privilegio de asistir a un sueño que se convierte en pesadilla, y ver el conflicto" de las dos ideologías, afirma Maluenda, que también explica que con esta recreación histórica concreta de un edificio, traza la parábola de presentar la "memoria" interior" como "conciencia histórica".
OBRA DE "ABSOLUTA HONESTIDAD"
El director de la dramaturgia explica que su "intención" con esta adaptación era plantear la historia "con absoluta honestidad" sin visiones "maniqueas" de lo que supuso el franquismo para los dos bandos. De hecho, Maluenda enfatiza en que su propuesta pretende que el espectador "con un punto claro" respecto a la memoria histórica "suspenda el juicio durante un tiempo" para apreciar los puntos de vista ideológicos de las dos partes, para después "fortalecer sus criterios con un mejor planteamiento" sobre lo que supuso el régimen.
Por su parte, Gary Piquer -que interpreta al arquitecto- afirma que cuando leyó el libreto descubrió "que el personaje estaba hecho para él" y destaca que no es difícil darle vida con un texto "tan bien escrito". Mientas, Antonio Canal -que da vida al relojero- recalca que lo más difícil de su papel es "controlar la emoción" que suscita las ideas del texto.
DIVERGENCIA SOBRE LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA
En cuanto a su opinión sobre el proyecto de Ley elaborado por el Gobierno, Maluenda afirma que se trata de un proyecto "ambicioso" y "justo" que es una oportunidad para reivindicar los derechos de la víctimas del franquismo. También expone que, si bien "nada puede reparar el dolor" de los familiares de los fusilados y encarcelados en el régimen, les confiere "dignidad".
Además, muestra su deseo de que el Gobierno dote con "recursos generosos" las indemnizaciones a las víctimas -con un fondo indemnizatorio similar al que se acometió en Alemania durante la década de los 90 para las víctimas del régimen nazi-, y que esta revisión cierre las reparaciones que se "dejaron ocultas en la transición".
No obstante, López Mozo no es "tan optimista" sobre los efectos de esta norma, porque no se van a revisar los juicios del franquismo -poniendo como ejemplo el caso del anarquista Salvador Puig Antich-, ya que en su opinión, el Gobierno teme "las reclamaciones económicas" que tendría que afrontar por parte de los familiares.
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