Los argumentos no están en el plano político

Panamá lidera el rumbo ascensionista de la economía centroamericana y gran parte de la suramericana. Su sostenido crecimiento promedio de 8 por ciento es un fuerte indicador de que el país, a pesar de la crisis en Estados Unidos, mantiene su tendencia hacia el desarrollo. La región muestra conductas económicas similares, aunque en menor grado.

 La aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Panamá y Estados Unidos entra en una etapa de urgencia, entendida como un aporte al fortalecimiento de la democracia y al desarrollo de la región. Líderes republicanos del Congreso, junto a empresarios de ambos países, hacen 'lobbying' en la Cámara, para que el TLC entre en el calendario del Congreso, donde se haya estancado junto al de Colombia.

A fines de esta semana el embajador de Panamá en Estados Unidos, Federico Humbert, iniciará una gira a su país junto a empresarios y líderes políticos norteamericanos, para ejercer presión al Congreso, a fin de construir y ampliar el "apoyo intelectual" hacia los convenios bilaterales, y movilizar al sector empresarial en una campaña integral de convencimiento, que cuenta con la participación activa de funcionarios de alto rango del Gobierno del presidente George W. Bush.