Parlamento andino considera insuficiente una misiva de la UE

"Es positiva la intención de decir 'tranquilícense', pero es también verdad que debe haber una reacción de rechazo a la directiva. Esperamos que haya resultados específicos y reales, no es suficiente una carta", afirmó hoy la presidenta del Parlandino, Ivonne Baki, en declaraciones citadas por la agencia oficial Andina.

Baki señaló que la UE tiene que emitir una resolución en la que diga "que es un error esta ley y que no es aplicable".

Añadió que los miembros de la CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) necesitan conocer mayores detalles que garanticen que los países de la UE "no violarán" los derechos fundamentales de los inmigrantes andinos.

Baki dijo que en la próxima reunión de la Eurolat, que se celebrará en Estrasburgo entre el 24 y el 25 de septiembre, esperan obtener una información satisfactoria sobre el tema.

"Se está haciendo el trabajo de informar, pero no estamos de acuerdo con la normativa. Se tiene que hacer un rechazo total de parte de Latinoamérica, esperemos que en la próxima reunión aclaremos el tema" con la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, indicó.

Horas antes, el canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, consideró que el mensaje que envió el martes último la UE a la CAN "abre la posibilidad de iniciar un diálogo al respecto".

La UE explicó en la misiva que la directiva comunitaria sobre el retorno de inmigrantes irregulares refuerza "la seguridad jurídica" de estas personas, a la vez que se intenta garantizar que tengan los mismos derechos que los ciudadanos comunitarios.

El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, el alto representante de la Política Exterior y la Seguridad Común de la UE, Javier Solana, y Ferrero-Waldner firman esta carta, en la que dicen entender que la nueva directiva genere "malentendidos" que hay que aclarar sin demora.

Con el documento, los Veintisiete intentaron tranquilizar a los andinos, al reafirmar el "fuerte compromiso" europeo con los derechos humanos y la lucha contra el racismo, la xenofobia y el tráfico de personas.

Este gesto responde a las fuertes críticas que la llamada "directiva de retorno", recién aprobada por la UE, suscitó entre numerosos países y que motivó a los cancilleres andinos a enviar una carta conjunta en junio pasado.