Los hechos, según la fuente, se remontan al pasado mes de agosto cuando la Guardia Civil detuvo a dos individuos que se dedicaban a destrozar torres de transformación de electricidad en las Marismas del Bajo Guadalquivir con la intención de vender el cobre que éstas tienen en su interior.
La Guardia Civil diseñó entonces un Plan de Prevención y Descubrimiento, en su caso, de los autores de robos y daños en los transformadores eléctricos que suministran electricidad a los Sectores de las Marismas del Bajo Guadalquivir, dando como resultado que hasta la fecha no se había cometido ningún otro robo.
No obstante, ahora, en el desarrollo de dicho Plan se detecta un vehículo que le resulta sospechoso a los agentes el cual se encontraba merodeando por las tierras de cultivo de las Marismas.
Los guardias civiles comprueban que no se trataba de un agricultor de la zona por lo que planificaron su interceptación, cerrando la zona para evitar su fuga entre los complicados caminos que atraviesan la zona y la proximidad de la noche.
Una vez interceptado el vehículo, en las proximidades del poblado de Marismillas, se comprobó que se trataba de una Nissan Vanette ocupada por dos individuos y en cuyo interior se encontraban seis bobinas de cobre de las contenidas en los transformadores eléctricos junto a herramientas con las que pudieron cometer el hecho delictivo, cometido al parecer por escalo en un transformador de electricidad.
Por estos hechos, agrega el comunicado, se puso a disposición judicial a A. F. F., de 37 años de edad y natural de Sevilla, y D. F. F., de 32 años de edad y natural de Sevilla, ambos como presuntos autores de un delito continuado de robo con escalo y con un amplio historial delictivo.
Los transformadores proveían de electricidad a las casetas, sistemas de riego y trasvase de caudales que los agricultores de las Marismas del Bajo Guadalquivir tienen en la zona.
La fuente agrega que los supuestos ladrones, para llevar a cabo el robo del cobre, escalaban a lo alto de la torre y amarraban una cuerda a la misma, mientras el otro extremo de la cuerda lo amarraban al vehículo y tiraban, con la intención de abatir la torre.
En algunas ocasiones, el impacto hacia que se abriese el transformador y dejase a la vista las bobinas de cobre, mientras en otras, con la ayuda de herramientas, destrozaban el transformador para obtener el cobre de su interior.
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