Acuerdo entre Gobierno, empresarios y sindicatos. Un buen punto de partida

La Declaración española para el impulso de la economía, el empleo, la competitividad y el progreso social, es un buen punto de partida que expresa la voluntad de acuerdo de los agentes sociales para un escenario de crisis económica nacional e internacional, en un proceso de negociaciación que se iniciará en el mes de septiembre

   Creo que la declaración realiza un acertado análisis del escenario en el que estamos, como también de que para el mismo las recetas de siempre, esto es, culpabilizar a los salarios, penalizar las políticas sociales, desregular más el mercado de trabajo, no solo no sirven, sino que están en las ant�das de las causas y de la salida a esta situación de crisis.

   Efectivamente a la crisis financiera internacional, a los elevados precios del petróleo y de las materias primas, que están golpeando a la economía y al empleo y no solo en nuestro país se une el problema aut��no, las debilidades del modelo de crecimiento de la economía española con un excesivo peso de la construcción residencial, que es especialmente sensible a esta crisis financiera, pero que ya venía, y no solo en los primeros meses de 2008 desacelerándose, y que ha sufrido un seco frenazo, y no el aterrizaje suave que quiénn un principio algunos preveían, con repercusiones muy negativas para el empleo y para otros sectores de la actividad productiva.

   Por tanto, teniendo como prioridad el empleo, es preciso adoptar medidas en el corto plazo, que favorezcan nuevos proyectos de inversión que anticipen las previstas para los próximos añosque se evite un cerrojazo en el acceso al cr餩to, facilitando con ello el acceso a las necesidades de financiaciación que tiene la economía española, previniendo la destrucción de empleo, impulsando la recolocación de trabajadores desempleados y garantiendo la cobertura social.

    Pero junto a ello y sin la menor dilación hay que abordar el reto de un nuevo y mas equilibrado modelo productivo, de una distinta estructura económica para el país que apueste por la innovación, el desarrollo tecnológico y el valor a��do, tal y como se establece en la Declaración y donde además de la iniciativa publica, que es insustituible, es bᳩco y fundamental la participación de la iniciativa privada, que en estas materias, tal y como reflejan los principales indicadores, esta muy alejada de las medias de inversión de los países de la Unión Europea.

   Formación, Educación, políticas industriales activas, son igualmente retos que también han de ser considerados como prioridades urgentes, dentro de las prioridades que es preciso acometer.

    Hay que incrementar el gasto público en Educación Formación además de gestionarlo eficaz y eficientemente, hay que incrementar el gasto en estas materias, y hay que hacer política industrial, sectorial y transversal, y no solo desde la Administración Central del Estado sino también desde las Administraciones Autonómas, sin desde luego obviar, el papel de la empresa en materia de desarrollo industrial.

   Como ha venido reiterando uno de los más importantes expertos en materia económica de nuestro país “ya esta bien de que determinados sectores empresariales solo jueguen a bal��arado y sin ning?fensa delante”.

   Emprender es invertir, es innovar, es diversificar, es acompañar al desarrollo y al bienestar social de un país y ahí está y estarán los sindicatos, disputando sin duda la calidad y la cantidad del empleo, el salario y las condiciones de trabajo, y con ello acompañando al futuro y a la viabilidad estratégica de las empresas.

    La Declaración española se enmarca en lo que se ha venido en denominar “Dialogo social reforzado”, que no excluye la necesaria acciones de Gobierno, y que en el mes de septiembre y sin partir de cero, iniciara sus trabajos.

Rodolfo Benito Valenciano

Presidente de la Fundación sindical de Estudios

Miembro de la Comisión ejecutiva Confederal de CCOO