Autoridades carcelarias de Texas harán una excepción a sus reglamentos y permitirán que los padres del reo mexicano José Ernesto Medellín Rojas, puedan visitarlo en la prisión, un día antes de su ejecución programada para el próximo martes.
Los padres de Medellín, Venancio Medellín y María Rojas, han estado impedidos desde hace varios años de visitar a su hijo en la cárcel, por haber discutido un plan de fuga en uno de sus encuentros.
La vocera del Departamento de Justicia Criminal de Texas, Michelle Lyons, informó este viernes a Notimex que a petición del consulado de México en Houston, funcionarios de esa dependencia aceptaron levantar el impedimento en la víspera de la ejecución.
Venancio Medellín y María Rojas "podrán ver a su hijo este lunes", precisó la vocera. "Es una excepción a nuestro reglamento; el consulado fue informado de esto hace dos semanas", dijo.
Los padres del reo mexicano fueron sacados hace tiempo de la lista de personas que podían visitar a su hijo por haber incurrido en "una seria ofensa" al reglamento de prisiones en Texas.
Lyons no pudo precisar cuándo ocurrió la violación, pero dijo que se dio hace tiempo.
El plan de fuga, explicó, fue discutido en una visita familiar y las autoridades carcelarias conocieron del mismo al monitorear las conversaciones que sostenían los padres con su hijo. "Tenemos la autoridad de monitorear las visitas", dijo la vocera.
Cuando incurrió la infracción, las autoridades no presentaron cargos formales contra los padres de Medellín, "por no haberse concretado nada" en relación a una fuga, indicó.
Sin embargo, Venancio Medellín y María Rojas, fueron eliminados entonces de por vida de la lista de visitantes de su hijo.
El 3 de mayo pasado, Venancio Medellín, pudo ver a José Ernesto brevemente cuando éste fue trasladado a Houston para estar presente en la audiencia en la que se le fijó fecha de ejecución.
El encuentro pudo darse, porque la custodia de José Ernesto Medellín se encontraba temporalmente a cargo del Departamento del Sheriff del condado de Harris y no del Departamento de Justicia Criminal de Texas. La reunión fue la primera que mantenían padre e hijo en siete años.
Los reos sentenciados a muerte pueden enlistar hasta 10 familiares y amigos para que los visiten con regularidad en la Unidad Carcelaria Polunsky, en la comunidad de Livingston, a unos 90 kilómetros al noroeste de Houston.
"Nosotros no ponemos ninguna objeción. Solo impedimos visitas de aquellos que tengan algún antecedente delictivo o que incurrieron en alguna falta", dijo Lyons.
Medellín dispuso que ningún miembro de su familia presencie su ejecución, prevista para este martes.
El reo colocó en su lista de "invitados" o testigos de la ejecución, a su amiga Sandra Crisp y a sus abogados Sandra Babcock, Donald Donovan y Cathrine Amirfar.
Medellín, originario de Nuevo Laredo, en el estado mexicano de Tamaulipas, fue sentenciado a la pena máxima por participar junto con otros cinco, en la violación y asesinato de Elizabeth Peña y Jennifer Ertman, de 16 y 14 años, el 24 de junio de 1993, en Houston.
Las jóvenes fueron atacadas por la banda de pandilleros cuando estas decidieron tomar un atajo a lo largo de unas vías del tren, donde se encontraba el grupo bebiendo cerveza para celebrar la iniciación de un nuevo miembro de su banda.
Las evidencias mostraron que las adolescentes fueron violadas en múltiples ocasiones por los pandilleros, golpeadas y pateadas antes de ser estranguladas. Sus cuerpos fueron descubiertos varios días después, descompuestos bajo un calor de 40 grados centígrados.
Tras 14 años de litigios en cortes estatales, federales e incluso internacionales, sus abogados defensores buscan frenar la ejecución al argumentar que las autoridades de Texas violaron sus derechos como extranjero cuando fue detenido.
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