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Presentación de los candidatos socialistas a las Alcaldías

Zapatero elude hablar de ETA y de la manifestación de Madrid en el arranque de la precampaña electoral

Zapatero elude hablar de ETA y de la manifestación de Madrid en el arranque de la precampaña electoral

· Destaca sus logros en materia económica y ‘re-re-recuerda’ que trajo las tropas de Irak
· Promete que se implicará personal y totalmente en la campaña electoral municipal

viernes 02 de febrero de 2007, 21:48h
Acto multitudinario de Rodríguez Zapatero en Leganés donde ha presentado los tres años de “progreso, avance, modernidad, diálogo, y orgullo de país”, pero donde intencionadamente ha obviado la tensión política existente, los problemas que aquejan al Ejecutivo, como el planteado por la Guardia Civil, y mucho menos las conversaciones con ETA o la manifestación convocada por el Fordo de Ermua para unas horas después. Eso sí, anuncio ‘estrella’ del presidente en la presentación de los candidatos socialistas a las grandes Alcaldías: en 2006 España ha sido el país que más ha crecido económicamente y que más empleo ha creado que los ocho países más industrializados del mundo, mientras que 2006, según el PP, “era el año en que España iba a romperse”
Se trataba de un mitin electoral para la presentación de los candidatos socialistas a las Alcaldías más importantes del país. Era el pistoletazo de salida de la precampaña electoral del PSOE, pero José Luis Rodríguez Zapatero ha obviado de forma intencionada los grandes problemas que tienen tensionado al país. Ni una palabra de ETA, ni una frase para la manifestación convocada para horas después por le Foro de Ermua, ni una frase para la problemática creada en la Guardia Civil… pero sí aceradas críticas al PP, el recuerdo de que él fue quien trajo las tropas de Irak y una promesa final a sus militantes: “Me voy a entregar para estar con vosotros para ganar estas elecciones en mayo… Me voy a entregar igual que para ganar las generales”.

Para esta presentación a ‘gran escala’ y en forma de ‘contraprogramación’ a la manifestación del Foro de Ermua, los socialistas eligieron un escenario ‘de mínimos’: el Polideportivo Alfredo Di Estéfano de la Universidad Carlos III de Leganés, en el que apenas se dieron cita unas dos mil personas –cuatro mil, según la organización-. No era, desde luego, el gran escenario de masas para arrancar la precampaña electoral con los candidatos socialistas a grandes Alcaldías de España, como Miguel Sebastián (Madrid); los ex ministros Abel Caballero (Vigo), Carmen Alborch (Valencia, que actuó de presentadora) y Juan Alberto Belloch (Zaragoza), Rafael Gómez Montoya (Leganés, anfitriona del acto); Patxi Lazcoz (Vitoria); Soraya Rodríguez (Valladolid), y, naturalmente, el candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas.

Escaso colorido, pues, para un acto de tal envergadura, con un total de más de cien candidatos, aunque se contó con una ‘primera fila’ de lujo, encabezada por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega (quizá la figura más aplaudida en su entrada al acto) y el secretario de Organización, José Blanco, y con las secretarias de Estado Trinidad Jiménez y Leire Pajín o el presidente del Senado, Javier Rojo. Lo que importaba era el mensaje que iba a transmitir el gran líder. Acaso por eso se ocuparon quizá menos del ‘envoltorio’. Pero el líder no tuvo mensaje en esta ocasión. No, al menos, un mensaje político.

Mayor crecimiento que los países del G-8

Rodríguez Zapatero se encargó de presentar la imagen de la España de hoy, una imagen “positiva, alegre, solidaria y pacífica” que encarna, según él, la candidata socialista a la Alcaldía de Valencia, Carmen Alborch, que actuó como conductora del acto. Llevaba, en realidad, un solo mensaje a los militantes allí concentrados: presentar los tres años de “progreso, avance, modernidad, diálogo, y orgullo de país” que se han logrado en España bajo la presidencia de Rodríguez Zapatero.

En Leganés se ha visto a un presidente encumbrado en sí mismo, resplandeciente por un dato, el único mensaje, en realidad, a transmitir: que en 2006 España ha sido el país que más ha crecido económicamente y que más empleo ha creado que los ocho países más industrializados del mundo. Hemos sido “los primeros en creación de empleo y de crecimiento económico” por encima de las siete potencias mundiales, “y 2006, según la derecha, era el año en que España iba a romperse”.

Como viene siendo ya habitual en sus mítines, Zapatero no desciende al terreno político, sino que se ‘arropa’ en los resultados económicos que -qué duda cabe- son buenos para España. Así, Zapatero volvió a hablar en sus 35 minutos de intervención de que por primera vez trabajan 20 millones de personas en España, con 700.000 empleos nuevos y que el mérito no es de quien gobierna en una u otra circunstancia, “el milagro son los empresarios y los trabajadores de este país, que tienen gana de crear riqueza, de progresar”.

Zapatero presentó una especial ‘cosmogonía’ de su mundo, es decir, del excelente empeño de su Gobierno en avanzar en las políticas sociales, la primera, crear empleo –“cuando termine esta legislatura habremos creado más de tres millones de puestos de trabajo en España”-; ser solidarios con los que “menos pensión tienen” –subida de hasta el 28 % de las pensiones más bajas cuando termine la legislatura-, subir el Salario Mínimo Interprofesional –hasta 600 euros, “como nos comprometimos en el programa electoral”-; las políticas integradoras para los discapacitados puestas en marcha por el Gobierno y los “alcaldes socialistas”… en fin, una España más feliz y más crecida que nunca.

Duros reproches también al Partido Popular en materia urbanística, del que dijo que “se opondrán a la Ley del Suelo que vamos a aprobar en el Parlamento”, pero anunció que “sobra la corrupción urbanística” en España y que la Fiscalía va a ser inflexible contra la misma, sea en el municipio que sea.

En Educación rechazó la frase que afirma que “la Universidad es una fábrica de crear parados” y afirmo que los socialistas quieren “un país donde la gran mayoría pueda tener la mayor cualificación y estudios… y para eso hay que invertir y defender la educación pública como una garantía para la mayoría, no como una cuestión ideológica”.

En igualdad, afirmó que “nada ni nadie derogará la ley de igualdad de hombres y mujeres que vamos a aprobar muy pronto en el Parlamento y que es un paso decisivo”. De hecho, “es una de las cosas de las que más orgulloso me siento de esta etapa”, esa igualdad, ese nuevo rol de la mujer en la España de Zapatero.

Y sólo al final el ataque político al PP: primero, destacando la “diferencia” con la etapa anterior, haciéndole un guiño a María Teresa Fernández de la Vega, al compararla con los portavoces del Gobierno del PP, especialmente Eduardo Zaplana.

La segunda, una crítica total a la política de Esperanza Aguirre con Telemadrid: “Nunca se ha visto una manipulación tan grosera como la de Telemadrid”, pero “ya veréis qué sorpresa les va a pasar… los madrileños no son telespectadores, son ciudadanos libres que no les va a manipular nadie”.

Y la tercera, recordar que él, Zapatero, es el hombre que trajo a las tropas de Irak. “El futuro es la paz en el mundo y el pasado es la fuerza sin sentido”, el pasado son “las guerras ilegales que han costado lo que han costado” y que sacaron a nuestros soldados de aquí. “Nunca jamás en este país, aunque gobierne la derecha, nunca jamás se atreverán a hacer una cosa como la guerra de Irak”.
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