La chirisuya ya es patrimonio de todos los peruanos

Ha sido considerada por su trascendencia en la ejecución de la música que acompaña algunas de las expresiones culturales con mayores connotaciones indígenas del Perú.

La resolución directoral nacional que concede este importante reconocimiento indica que la chirisuya, acompaña los momentos más importantes de celebraciones como la Fiesta del Agua en la cuenca alta del río Santa Eulalia (sierra de Lima) y en otras regiones del Perú.

La chirisuya, de inspiración hispánica, es uno de los instrumentos de viento de la familia de los oboes que, caracterizado por el uso de una lengüeta en la embocadura, tiene un peculiar timbre nasal.

Acompaña festividades religiosas, como la fiesta de la Virgen de Cocharcas en Apurímac, o la fiesta de la Virgen de las Mercedes en Ferreñafe (Lambayeque). Asimismo da la tonada en la danza de Los Diablitos en Mochumí (Lambayeque) entre otros usos tradicionales.

En la resolución se menciona que la ejecución de la chirisuya tiene mayor complejidad que la de otros instrumentos de viento, por lo que el ejecutante ha adquirido, en muchas regiones, el rango de maestro en el manejo del mismo, como triplero, chirisuyero o chirimiyero, según sea el nombre del local del instrumento.

En ese sentido, el INC consideró acertadamente que es necesario promover el conocimiento y la difusión de este instrumento musical de hondo significado cultural y grandes potencialidades en el mundo artístico.

Así como reconocer el valor de los conocimientos de sus fabricantes y ejecutantes, así como de las tradiciones a las que acompaña en la actualidad.